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Durante esta semana vi una de las películas favoritas de la academia y una de las más elogiadas por la crítica. Un film que para los que esperan con ansias la próxima entrega de los Premios Oscar, no se pueden perder.
Sinopsis: Para Jack, un niño de cinco años, la habitación es el mundo entero, el lugar donde nació, donde come, juega y aprende con su madre. Por la noche, mamá lo pone a dormir en el armario, por si viene el viejo Nick. La habitación es el hogar de Jack, mientras que para su madre es el cubículo donde lleva siete años encerrada, secuestrada desde los diecinueve años. Pese a ello, la joven ha creado en ese reducido espacio una vida para su hijo.
Llena de suspenso y profundamente emocional, LA HABITACIÓN es una exploración conmovedora y única sobre el inagotable amor entre madre e hijo.
La habitación es tremenda, consigue mantenerte atento y sobrecogido. Te provoca impotencia por la injusticia de la situación, pero también te genera una profunda admiración por cómo logra darle sentido para ella misma y principalmente a su pequeño hijo Jack de que vivir en ese cuarto es lo más normal del mundo, de que ese pequeño cuarto de encierro es el mundo completo y que cada objeto perteneciente a ese pequeño lugar era único e invaluable.
La interpretación de Brie Larson es incuestionable. Logra transmitir la frustración constante del encierro, el miedo arraigado en esos siete años de tortura psicológica y los trastornos que todo ello conlleva. Sinceramente tras ver las otras películas nominadas, Brie Larson es mi apuesta segura al Oscar 2015.
Por el otro lado, la actuación de Jacob Tremblay como el pequeño niño Jack es absolutamente sorprendente. Con una capacidad de entender y dirigir los tonos adecuados en escenas problemáticas se ganó mi admiración. No interpreta a un niño de 5 años histérico ni malcriado, sino todo lo contrario, el de un niño con capacidad de ver el mundo como lo que es para el: infinito y lleno de cosas por descubrir. Incluso, escenas donde el silenco tiene un poder imperante logra transformarlo en algo vivo y tangible.
Cabe decir que sin un partner como Tremblay, Brie Larson tal vez no estaría en la posición en la que está.
Una cinta fascinante que sí o sí deben ver.
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