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Para quienes suelen leerme, saben que si bien soy crítico, soy especialmente duro con las películas de terror; esto es porque encuentro que forman parte del género que más expectativas tiene sobre sus hombros, ya que no tan solo debe intentar innovar dentro de un mundo que ha sido explotado un sinnúmero de veces, sino que también debe -y esto sólo si lo intenta- asustar de manera efectiva, sin necesidad de jumpscares baratos y predecibles, dado que hoy en día gran parte de las películas del género son reciclados sin inspiración de obras mucho mejores. «La Morgue» («The Autopsy of Jane Doe») no es de esas películas, y resulta ser -sorprendentemente-, de esas agradables joyitas que se salen de los parámetros de lo convencional.
Sinopsis: El cuerpo de una joven sin identificar aparece en un pequeño pueblo de Virginia. En el depósito de cadáveres, los dos forenses (Tommy y Austin, padre e hijo) pronto observan evidencias físicas muy extrañas. Con precisión metódica, su autopsia pone al descubierto los secretos ocultos tras el cadáver y libera diabólicas fuerzas sobrenaturales contra las que deberán enfrentarse.
La película del director noruego André Øvredal («Trol: La Verdad Detrás de la Leyenda») tiene mucho más para ofrecer que lo que el trailer y la sinopsis dejan ver, y esto es por el hecho de que nos vemos frente a una película de terror que, sabiendo el núcleo de su narrativa, busca dejar un poco más de lado el factor del miedo, y le pone su todo en crear un misterio bien elaborado y sumamente tenso, el cual resulta muy efectivo a lo largo de la película, ya que si bien no me vi necesariamente asustado, sí me encontré bastante involucrado -de manera bien tensa, he de agregar- en la historia y preguntándome cómo iba a ir evolucionando.
La cinta trabaja en un ambiente bastante acotado con el fin de dar un sentido de confinamiento y claustrofobia, por lo que el hecho de que el sitio en sí sea una morgue, es sumamente efectivo para darle un valor agregado al ambiente; porque claramente, de todos los lugares en los que uno querría estar confinado, una morgue llena de cadáveres que está siendo envuelta por fuerzas sobrenaturales sería por lejos la menos deseada.
Asimismo, la película es básicamente un show de dos actores, que serían el veterano Brian Cox («X-Men 2»; «El Aro») y el joven Emile Hirsch («Hacia Rutas Salvajes»; «El Sobreviviente»), quienes hacen un impecable trabajo como padre e hijo, en especial porque hay un muy buen manejo de su conexión familiar a través del trabajo que comparten juntos como forenses de la morgue que le ha pertenecido a su familia por generaciones. No hay una sobre-exageración de sus vínculos, sino que el hecho de que el conflicto se presente justamente en un lugar con significado para ellos, es suficiente para establecer un elemento puntual de sus personajes.
Por otro lado, Cox siempre ha desplegado un inmenso talento en todas sus películas, sea un rol menor o uno protagónico, y aquí no es la excepción como el mentor más experimentado de su joven hijo; mientras que Hirsch, si bien ha tenido altibajos en su carrera, ha logrado demostrar que tiene la habilidad de actuar bien, y en esta ocasión dicho talento si se despliega, a pesar de no ser su mejor trabajo, si entrega algo decente.
Mención aparte para la modelo irlandesa Olwen Kelly, quien interpreta al cuerpo de Jane Doe en la película. Honestamente yo creía que sus tomas habían estado limitadas a un mínimo y se usaron maniquíes o dobles, pero resulta que más de la mitad de la película es ella postrada en esa mesa de morgue, así que le doy una ovación de pie por su interpretación -claramente muy dedicada y paciente- de un elemento (no necesariamente un personaje) clave en la película, que resultó ser tan convincente que jamás me hizo notar la presencia de una actriz en pantalla.
También cabe mencionar que hay un muy buen trabajo de luces, al igual que un muy buen uso de los espacios acotados dentro de la morgue; que ademas del buen uso de cámaras y desplazamiento, se nota que el director visionó cómo sacarle provecho a cada escenario posible, de manera que por más tiempo que pasemos en ese lugar, siempre va a haber algo interesante y nuevo que aún no vemos, por más mínimo que sea el detalle.
Ahora, en cuanto a defectos, encuentro que hay dos mayores problemas. Por un lado, la resolución a la película no resulta muy satisfactoria -a pesar de ser completamente digerible-, ya que a diferencia del buen manejo de la trama, y la originalidad que esta tiene, pareciera que al final se les acabó un poco la chispa y cayeron dentro de lo convencional y más predecible; no por ello resulta desagradable o frustrante, pero definitivamente deja un gusto a poco.
Por el otro lado, como mencioné en un principio, efectivamente se nota que en la historia se hace un mayor enfoque en el suspenso y misterio que en el terror mismo; y si bien eso no me molestó, si puedo ver que cabe la posibilidad de que moleste a algunos que esperaban estar muertos de miedo. A veces, tomar un giro distinto en el enfoque narrativo puede jugar tanto a favor como en contra de la película al mismo tiempo; las ironías del cine.
Para resumir, «La Morgue» es una película que sorprende por la originalidad de su historia y el buen manejo de sus protagonistas principales. Si bien cae en ciertas convencionalidades del género de terror, y decepciona al conformarse con un desenlace más convencional, no deja de ser una experiencia muy entretenida y bien lograda, que si bien puede que no nos tenga con los pelos de punta ni saltando del miedo, definitivamente logra tenernos al borde del asiento intentando descifrar el misterio detrás de Jane Doe. Tal vez no la mejor película de terror, pero definitivamente una película donde sus prioridades narrativas logran superar a sus propios clichés del género; y el mero hecho de que trate algo nuevo por un camino interesante para así entregar algo original, es suficiente para hacer que valga el precio de entrada.
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