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Clint Eastwood es probablemente uno de los artistas más dedicados en la historia de Hollywood. Con más de 60 películas como actor y más de 30 como director, este actor-director de 88 años da siempre su todo frente y detrás de la cámara, tanto para sus mejores logros como para los más decepcionantes. En esta ocasión, su más reciente cinta, «La Mula» («The Mule») lo trae de regreso como director y protagonista (cosa que no se veía hace más de 10 años desde «Gran Torino»), y claramente, ha sido para bien.
Sinopsis: A Earl Stone (Clint Eastwood), un octogenario que está en quiebra, solo, y que se enfrenta a la ejecución hipotecaria de su negocio, se le ofrece un trabajo aparentemente fácil: sólo requiere conducir. Pero, sin saberlo, Earl se convirte en traficante de drogas para un cártel mexicano, y pasa a estar bajo el radar del agente de la DEA Colin Bates (Bradley Cooper).
Lo que más destaca de «La Mula» es su carismático personaje principal, Earle Stone, quien es traído a la vida por Eastwood con una personalidad increíble, que está -de manera imprevista- sacando carcajadas la mayor parte de la película. Stone es vivaracho, de espíritu libre y muy astuto, tanto en su actuar como en su hablar; si bien sabe que es viejo, es por ello que no le rinde cuentas a nadie, y por ende no aguanta pesadeces de nadie. Es por lo mismo que este personaje resulta tan agradable, incluso en sus peores momentos, queremos que triunfe, especialmente porque las mismas características que nos gustan de él, son también las mismas que destacan lo peor de él. Earle Stone es el diamante en bruto que hace que la cinta funcione.
La historia es bastante simple a pesar de estar basada en increíbles hechos reales, y por lo mismo, es una narrativa que para ser fuerte, depende netamente de los personajes que la manejas, y por su mayoría, sí logran que funcione de manera muy redonda y entretenida.
Es en esa palabra donde cae la mayor falla de la cinta, «entretenida», y el motivo por el que digo esto, es porque si bien el trailer vende un drama bastante tenso, la película opera más que nada como una tragicomedia con mayor énfasis en lo cómico que en el drama. Y si bien el humor es impecable, que el drama no tenga tanto peso al final de todo, es algo que resulta frustrante por el hecho de que los nexos emocionales entre los personajes son notorios y tienen el potencial para lograr arcos completos entre Earle y aquellos que están en su vida. Sin embargo, la cinta nunca explora esto realmente, y en cambio nos deja pequeños alumbres de lo que puedo llegar a ser, los cuales, por pocos que sean, resultan ser muy potentes y momentos muy sinceros en la historia.
Por otro lado, he de admitir que aparte de Clint Eastwood, Bradley Cooper («El Francotirador») e Ignacio Serricchio (la serie «Perdidos en el Espacio»), el resto de los grandes nombres en el reparto tienen muy poco uso, al punto de que pudieron haber sido interpretados por cualquiera. Nombres como Michael Peña («Ant-Man»), Laurence Fishburne (la saga «Matrix») y Andy García («La Gran Estafa»), todos tienen roles digeribles que no tienen mayor incidencia en la historia, y por lo mismo, extraña el que estén en la pantalla sin realmente hacer algo de utilidad.
Más allá de eso, no hay mucho que decir. «La Mula» es una película llena de carisma y mucho humor, que a pesar de carecer un verdadero golpe dramático, compensa por ello a través de personajes interesantes y empáticos, con algunos momentos bastante interesantes y emotivos, por breves que sean. Si bien no es la mejor película de Eastwood, en lo personal considero que es de las mejores que le he visto en mucho tiempo, de hecho, no veía un personaje así de carismático siendo manejado por el actor desde que dirigió «J. Edgar» en 2011, y esa fue bastante polarizante. Si quieren un buen rato en el cine, esta ciertamente es una buena elección a ver.
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