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Creo que no hay pecado en decir que el cine argentino se ha normalizado bastante dentro de las salas de cine chilenas en los últimos años. En esa misma línea, aquellos que disfrutan de dichas películas saben perfectamente bien que cuando se habla de una cinta con Ricardo Darín, hablamos de uno de los mejores actores latinoamericanos que trabajan hoy en día. Es por lo mismo que «La Odisea de los Giles» parece ser una cinta que las tiene todas para ser un éxito, con un actor reconocido a la cabeza y una historia de comedia con trasfondo de comentario político-social. ¿Está a la altura?
Sinopsis: Un grupo de amigos y vecinos pierde el dinero que había logrado reunir para reflotar una vieja cooperativa agrícola. Al poco tiempo, descubren que sus ahorros se perdieron por una estafa realizada por un inescrupuloso abogado y un gerente de banco que contaban con información de lo que se iba a desencadenar en el país. Al enterarse de lo sucedido, este grupo de vecinos decide organizarse y armar un minucioso plan con el objetivo de recuperar lo que les pertenece. La Odisea de los Giles cuenta con humor y humanidad esta revancha de perdedores.
Sebastián Borensztein no es un desconocido en cuanto a trabajar con Ricardo Darín. Ambos colaboraron en las cintas «Un Cuento Chino» (notable película) y «Kóblic» (no tan destacable), por lo que, ese sentido de coordinación entre ambos se siente bastante vigente y presente, haciendo que la película fluya con una dirección clara y termine de forma bastante redonda.
Asimismo, si bien Darín siempre es notable, la verdad es que sus pares «giles» también colaboran mucho a la funcionalidad de la película. El gran Luis Brandoni («El Cuento de las Comadrejas»; «Mi Obra Maestra») aporta su característico sarcasmo, un chistosísimo Carlos Belloso -como el ido Medina- también aporta buena cantidad de risas, y de todas maneras, Ale Gigena y Guillermo Jacubowicz traen carcajadas en sus pocas escenas como los torpes hermanos Gómez.
La película es bastante simple en su concepto y bien redonda en su desarrollo, por lo que no ofrece un mayor desafío lleno de tensión, sino que apuesta siempre por ser una experiencia que entretenga fugazmente a los espectadores, con risas y giros en una aventura liderada por personajes que, dentro de todo, representan al ciudadano de clase media que constantemente se ve afectado por las decisiones de políticos y diplomáticos que nunca lo toman en cuenta.
«La Odisea de los Giles» no explora ningún territorio nuevo, pero lo que tiene que decir, lo hace de forma clara y ligera, con risas de sobra para hacer del viaje uno ameno. Hay buenas actuaciones y un libreto astuto en lo que concierne la comedia, y a veces, uno no quiere pedir más que eso cuando se sienta en una butaca de cine. Dentro de todo, un panorama entretenido de desventuras para vivir frente a la pantalla grande. Ni más, ni menos.
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