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Siendo ganador de un Oscar por su papel en «Las Horas Más Oscuras« (2017), el actor Gary Oldman regresa a la cartelera nacional, aunque alejándose del drama, para protagonizar en esta ocasión una cinta de suspenso, sobre un misterioso velero y su intrigante y oscura historia en «La Posesión de Mary».
Sinopsis: «La Posesión de Mary» cuenta la historia de una familia que pretende abrir un negocio de transporte marítimo compra una nave que encierra un terrorífico secreto en su interior. Por desgracia para ellos, éste sólo sale a la luz cuando el buque se encuentra mar adentro.
«La Posesión de Mary» es una película hecha con empeño, con un inicio, un desarrollo y un final trabajado y muy ordenado. No obstante, este mismo detalle es el que termina siendo una cruz para una trama que prometía más. Dirigida por Michael Goi (Megan Is Missing), la película se convierte en una historia de suspenso más que de terror, tornándose larga a ratos, debido a la monotonía que sigue.
La participación de Oldman es uno de los pilares en que se sustenta y cierne toda la propaganda, y pese a que hace un buen aporte, el actor está lejos de mostrarnos su verdadera calidad dramática. Por su parte, el resto del elenco no desentona y mantiene una línea que va acorde a lo esperado; pese a que sus papeles caen en la monotonía de sucesos que se repiten, con un desenlace sabido desde muy temprano en la trama.
Teniendo una trama interesante, y que a momentos logra sacar chispas de terror, lamentablemente «La Posesión de Mary» sucumbe ante un nombre que ha roto otras tantas películas del mismo estilo; y es que, si bien trata de alguna manera el concepto de «posesión», no es tan vinculante como uno esperaría.
Con casi 90 minutos de duración, «La Posesión de Mary» es una película de suspenso que no aporta nada nuevo al género, pero que tampoco desagrada del todo. Ideal para pasar el rato viendo algo sin muchas expectativas.
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