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El trailer de «La Resurrección de Louis Drax» nos invita a un misterio cargado de tensión e investigación policial sobre un extraño accidente, pero toda esta percepción cambia al mismo instante que la película comienza.
Sinopsis: Louis Drax (Aiden Lonngworth) es un niño que en el día de su cumpleaños sufre un accidente que lo deja en coma. Cuando el Dr. Allan Pascal (Jamie Dornan) comienza a trabajar con Louis y conoce a su madre (Sarah Gadon), poco a poco empieza a sumergirse en un misterio que pondrá a prueba sus límites de fantasía y realidad.
La cinta dirigida por Alexandre Aja (Horns) es presentada como un thriller, pero esta definición no tenía sentido al inicio; una introducción animada y la narración desde el punto de vista del mismo niño me hizo pensar que estaba viendo una película familiar; incluso el accidente es contado como si solo fuera un mal sueño que tuvo Louis.
Pero el tono de la película va cambiando conforme la trama avanza, tornándose cada vez más oscura y con un tono menos infantil que al principio. Junto a esto, la historia se va alejando de la vida de Louis y se enfoca con más fuerza en Natalie, su madre, y la relación que desarrolla con el doctor.
Gran parte de la responsabilidad del cambio cae en la música que se utiliza.
A lo largo del film se puede escuchar de principio a fin la misma canción, simple y bonita, desde lo más inocente al final oscuro, creando una atmósfera de intriga y misterio.
Sin embargo, esta película falla en un par de cosas:
Falla en ocultar el misterio: la exageración en algunas características produce que desde las primeras escenas se puede sospechar de ciertos personajes o incluso de la misma trama.
Falla Jamie Dornan: con su papel de doctor fue difícil sacarse la imagen de Christian Grey (50 Sombras de Grey), sobre todo cuando se nombran los «métodos radicales» que utiliza.
Falla en desarrollar la personalidad del protagonista: Natalie habla de su hijo con un afán enfermizo, asegurando que es, literalmente, un ángel. Pero al avanzar las escenas se va descubriendo que Louis no es tan inocente, sino que tiene un carácter cruel que no se termina de desarrollar ni explicar.
Pero los errores son fáciles de olvidar gracias al clima enigmático que se genera, en el que el espectador puede sumergirse profundamente.
Durante los 108 minutos que dura, la película cumple con entretener y logra mantener la atención del público. Es un misterio que desarrolla bien el ambiente y la curiosidad, e impacta con un final que, aunque puede parecer difícil de creer, deja al público pensando sobre la historia.
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