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En medio de una nueva ola feminista, la historia toma un papel importante. Mientras constantemente se identifican nuevos derechos por los que pelear y nuevas barreras que derribar, también es importante reconocer nuestras influencias a lo largo del camino que hemos tenido que recorrer.
Es así como la abogada Marie Benedict desarrolló una veta como escritora. En ella, se empeña en sacar a relucir mujeres importantes, comúnmente ignoradas en la historia. En esta oportunidad, nos enfrentamos a la fascinante vida de Hedy Lamarr, en su libro «La única mujer».
Sinopsis: Viena, 1933. Para Hedy Kiersler, joven actriz judía, su belleza ha sido salvación y tormento; la protegió de los nazis pero la condujo a un opresivo matrimonio con el traficante de armas de Hitler y Mussolini. Subestimada por todos a sus alrededor, escuchó los planes secretos del tercer reich cuando acompañaba a su esposo a fiestas y cenas de negocios.
Dividida entre el glamour y la culpa por ser una privilegiada, decide escapar hacia Hollywood, disfrazada y bajo un nuevo nombre: Hedy Lamarr, convirtiéndose en un ícono del cine estadounidense. Nadie en torno a su nueva vida sospechaba que poseía información confidencial sobre los nazis ni que ella misma guardaba la tenología necesaria para acabar pronto con la guerra. Claro, siempre y cuando la escucharan.
Una cautivadora novela basada en la historia real de una mujer extraordinaria, estrella de cine e inventora, que revolucionó la cominicación moderna hace más de medio siglo, sentando las bases para el wifi y el Bluetooth.
«La única mujer» es un libro corto con un atractivo estilo de narración. Mezclando con mucho equilibrio la voz autobiográfica y la ficción, el libro nos enfrenta a la vida de la reconocida actriz dividida en dos partes, marcadas por su partida de Austria y el comienzo de su vida en Hollywood. En la parte uno nos adentramos en como, sin quererlo, Hedy llega a formar parte de un importante círculo político, conociendo de primera mano los planes y tratos que se desarrollaron durante la segunda guerra mundial.
Una de las cosas más atractivas de esta parte del libro es el modo en que nos internamos en el contexto histórico, al que solemos acercarnos de un modo mucho más objetivo. Se hace realmente interesante vivir la guerra mundial desde dentro, viendo a grandes dictadores como personajes más que como los iconos protagonistas que siempre han sido, además de enfocarnos en una visión personal de esta época.
También en esta primera parte somos testigos de la terrible relación abusiva de la que es víctima, de la que ansía huir pero que debe evaluar desde aristas mucho más complejas que únicamente su felicidad. Durante su vida con el armamentista Friedrich Mandl, Hedy aprende a enfrentarse a la dura realidad de la que ahora es parte y a interpretar el papel más importante de su vida para utilizar todo lo que la rodea a su favor.
Por otro lado, la segunda parte nos enfrenta a su vida tras la huída, su creciente éxito en Hollywood, su libertad pero también su gran sentimiento de culpa. Todo esto se convirtió en la oportunidad de utilizar su mente brillante de formas que antes vio reprimidas.
El desarrollo de personajes está totalmente enfocado en su protagonista, la que logra cumplir con el objetivo de la escritora: Presentarse como una mujer fuerte a pesar de las circunstancias, con una mente brillante y con una voluntad inquebrantable que marcaron pauta.
Quizás en cuanto a la relevancia histórica de la protagonista como mujer de ciencia el libro queda un poco al debe, relegando este rol a sus últimas páginas y entrando escasamente en detalles del peso histórico y científico que tuvo su aporte. Considerando que al googlear su nombre se menciona a Lamarr como quien estableció las bases para elementos que hoy son parte importante de nuestra cotidianidad, como el Wi Fi, el libro pudo haber abarcado un poco más de su vida para evitar dejar fuera sus otros inventos, sus premios y la lucha por el reconocimiento a su inteligencia por sorbre su belleza que perduró por años.
Sin duda el libro es una lectura entretenida y una puerta a interesarnos más por este tipo de personajes femeninos que recomiendo totalmente. Será necesario indagar en otros libros de la autora para reconciliarme con esta pequeña inquietud que me deja «La única mujer». Recuerden que pueden adquirir su ejemplar en librerías gracias a Editorial Planeta Chile.
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