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Ya está disponible en cines: “La Vida de Jagna” (The Peasants / Chłopi), filme de animación de los mismos creadores de la nominada al Oscar: “Loving Vincent” (2017), cuya técnica animada hecha en base a cuadros pintados al óleo la convierte en una experiencia visual inigualable para ver en la gran pantalla.
En esta ocasión, los animadores polacos DK Welchman y Hugh Welchman (Loving Vincent) trabajaron durante 10 años en una historia ambientada en una villa en Polonia a fines del siglo XIX, donde vive la joven Jagna, una mujer que a pesar de la jovialidad e ímpetu por vivir que representa, vive oprimida por un sistema patriarcal que la obliga a casarse con un hombre mayor al que no desea. La película sigue su trayecto a lo largo de las cuatro estaciones del año, revelando cómo su espíritu libre comienza a emanciparse de las reglas impuestas.
Sinopsis: Jagna es una joven decidida a forjar su propio destino en un pueblo de Polonia hacia finales del siglo XIX, un lugar donde los chismes y disputas son constantes, y donde ricos y pobres adhieren a bellas tradiciones enmarcadas bajo un sistema profundamente patriarcal.
“La Vida de Jagna” es puro arte. Uno que se materializa y cobra vida al movimiento de la narración y los colores de la película, generando una armonía sumamente atractiva.
Sus creadores, DK Welchman y Hugh Welchman [los mismos detrás de “Loving Vincent” (2017)], han perfeccionado su talento y vuelven a la carga con esta preciosa técnica de animación donde los cuadros pintados al óleo se roban la película, siendo los sostenedores absolutos de esta adaptación del libro de 1897 del escritor ruso Antón Chéjov.
Ahora bien, separando un momento el innovador y característico elemento visual, la historia es realmente interesante desde la perspectiva de poder ver cómo era la vida cotidiana en las aldeas y pueblos de la Rusia de la época; retratando la miseria, las tradiciones y los impulsos más humanos que se pueden llegar a desarrollar (y expresar) en las personas, cuando lo único que tienen es el día a día en un ambiente agreste y lejano.
En ese sentido, el guion es fuerte en demostrar los conflictos de la época, enseñando problemáticas que afectan directamente a la autonomía y libertad de mujer, y donde sus derechos parecían no importar o directamente no existir para la sociedad.
En este escenario que combina lo artístico y lo literario se encuentra “La Vida de Jagna”. Un filme que nos invita a navegar por varios parajes y personajes que comparten el mundo de la joven Jagna, con el fin de consolidar la trama central con el aporte, mirada y contribución de varios ribetes dramáticos anexos de importancia. Esto podría sentirse un tanto pesado y estacionario para algunos espectadores.
Una cinta que además resalta por lo llamativo de las tradiciones de su siglo y de la zona eslava en la que se encuentra sumergida la historia y, donde se destacan también sus melódicas y suaves canciones, sus rápidos y coreográficos bailes, sus joyas y coloridos vestuarios y lo importante de sus creencias religiosas, con sus temores y anhelos.
“La Vida de Jagna” es una cinta que respira arte, escena tras escena, con una trama de fondo potente que toca varios tópicos relevantes. Un filme que no puede pasar desapercibido, por lo que te recomiendo verlo pronto en la gran pantalla.
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