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Hoy llegó a cartelera de cines la galardonada cinta «Las Horas Más Oscuras» (Darkest Hour), protagonizada por el camaleónico Gary Oldman, quien recientemente ganó un Globo de Oro por su impecable interpretación de Winston Churchill. La cinta promete una mirada intima al desempeño de Churchill como Primer Ministro del Reino Unido, además de una radiografía precisa a la sociedad británica en lo que fueron horas de oscuridad y guerra.
Sinopsis: Esta inspiradora y emocionante historia comienza en la víspera de la Segunda Guerra Mundial, el recientemente nombrado primer ministro de Gran Bretaña, Winston Chirchill (Nominado al Oscar®, Gary Oldman) debe enfrentar una de las pruebas más desafiantes y turbulentas: negociar un tratado de paz con la Alemania nazi o luchar por los ideales de autonomía y libertad de una nación. Mientras las imparables fuerzas nazis avanzan por Europa occidental y la amenaza de invasión se hace inminente, un público desprevenido, un rey escéptico y su propio partido conspirando contra él, Churchill debe resistir su hora más oscura, reunir a una nación e intentar cambiar el curso de la historia mundial.
Las películas biográficas o históricas siempre tienen la particularidad de hacerme dudar de la verdad de sus hechos. La línea entre la ficción y la no ficción es sumamente delgada, y en más de alguna ocasión he puesto en duda qué tan veraz puede llegar a ser una película respecto a los hechos que busca representar. Con «Las Horas Más Oscuras», sin embargo, el debate pasó a segundo plano, ya que desde un comienzo la película deja claro que más allá de buscar estar apegada al cien por ciento a los hechos, su finalidad es transmitir los sentimientos que rodearon a los personajes de la cinta y a la sociedad en la que está ambientada.
La mirada que se le da al Winston Churchill de Oldman es sumamente cercana y humana. Lejos de convertirlo en un dios, el argumento se encarga de exponerlo tal cual como es: un ser humano lleno de fallas y defectos, el que por motivos que van más allá de su voluntad, tuvo que tomar el control de una nación que pasaba por un periodo oscuro y desolado. La perspectiva de Winston que se muestra en el filme se encarga también de mostrar el vinculo con su familia, especialmente con su esposa, Clementine, pilar fundamental del ex Primer Ministro del Reino Unido.
Un punto importante a destacar son las actuaciones presentes en la película. Pasando primero por la increíble interpretación de Gary Oldman, quien acompañado de un impecable trabajo de maquillaje retrata de una manera muy creíble a Winston Churchill. El actor inglés logra convertirse en Churchill, adoptando sus posturas, sus tics e incluso su manera de hablar, haciendo que el espectador se olvide a ratos quien es el actor detrás del personaje.
El resto del elenco hace un trabajo magnifico también, especialmente Kristin Scott Thomas en el papel de Clementine y Ronald Pickup como Neville Chamberlain; sin embargo, la película se la roba Gary Oldman, y sin dudas no sería lo mismo sin él interpretando al personaje de cabecera.
Algo interesante, y bastante refrescante también, es que la cinta nos ofrece la posibilidad de ver una visión nacionalista de otro lugar que no sea Estados Unidos. El filme sabe mostrar muy bien la fuerza de la sociedad británica ante la guerra, y el sentimiento nacionalista que une a los individuos para hacerle frente a figuras como Adolf Hitler y Franklin D. Roosevelt.
La dirección de la cinta por parte de Joe Wright es impecable. Logra transmitir emotividad y drama, al mismo tiempo que le da un reducido, pero necesario, espacio al humor presente en torno a la figura de Winston. Mención especial a la preciosa escena de Winston en el tren subterráneo, la que más allá de ser apegada a los hechos o no, logra transmitir al espectador una sensación de cercanía del ex Primer Ministro con su pueblo.
La duración de «Las Horas Más Oscuras» podría ser su único punto negativo, ya que, con dos horas y cinco minutos, se siente que fuera más larga de lo que debería.
Con un Globo de Oro, ganado por Gary Oldman, ya en su lista de premios «Las Horas Más Oscuras» se alza como el panorama perfecto para los amantes de las cintas históricas y biográficas. Una película con actuaciones increíbles y un guión exquisito, que no se detiene en ser cien por ciento veraz, sino que en hacer parte al espectador de la trama, transmitiendo tensión y emotividad en todo momento. Un filme que quizás no sea del agrado del «ojo critico histórico», pero que al fin y al cabo funciona y sorprende, debido a su capacidad de retratar la historia de un pueblo y su polémico Primer Ministro.
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