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Este Jueves 29 de Diciembre llega a los cines “Pasajeros” la nueva película protagonizada por Jennifer Lawrence (X-men, Joy, Los juegos del hambre) y Chris Pratt (Jurassic World, Guardianes de la galaxia), tal vez dos de los actores más apuestos y amados de Hollywood estos últimos años.
En el film dirigido por Morten Tyldum (Código Enigma), Pratt vuelve al espacio, pero en vez de StarLord vemos al actor interpretando a Jim Preston, un pasajero de la nave Avalon que debido a una falla en su cápsula de hibernación es despertado 90 años antes de lo esperado y, junto con Aurora Lane, otra pasajera de la nave, debe enfrentarse a la realidad de que está viajando en una nave que se hunde, a un destino al que no llegará vivo.
Sinopsis: Jennifer Lawrence (Aurora) y Chris Pratt (Jim) protagonizan un emocionante thriller de acción acerca de dos extraños que se han embarcado en un viaje de 120 años a otro planeta, pero cuyas unidades de hibernación les han despertado noventa años antes. Jim y Aurora se ven forzados a desentrañar el misterio del desperfecto mientras que la nave vacila al borde del colapso, poniendo en riesgo las vidas de los pasajeros de la migración masiva más importante en la historia de la humanidad.
Pasajeros parecía tener la fórmula perfecta para el éxito; además de un talentoso director y un prometedor guion, contaba con dos actores famosos no solo por ser apuestos, sino que también talentosos. Jennifer Lawerence, la ganadora del Oscar, que si bien estamos acostumbrados a ver acompañada de actores como Robert De Niro y Bradley Cooper, toma el desafío de una película que es básicamente un acto entre dos personas -y un androide, si somos justos con Michael Sheen- ella y Chris Pratt, nuestro querido StarLord que regresa al espacio antes de lo esperado (considerando que Guardianes de la galaxia 2 estrenará el próximo año).
¿Qué resultó, entonces, de esta fórmula perfecta?
Una película buena..que pudo haber sido mucho, pero mucho, mejor. Para ponerlo en palabras bonitas, pasajeros prometía ser un viaje inigualable (al igual que en su trama la nave Avalon lo hacía) pero a medida que avanzábamos nos fuimos encontrando ciertos problemas, fallas, que si bien no hacen fallar en su totalidad a la película, son difíciles de ignorar.
Uno de los pilares fundamentales de la película es la actuación de sus protagonistas, en especial tomando en cuenta el hecho de que el film es básicamente casi 2 horas de Jennifer Lawrence y Chris Pratt interactuando en una nave (que no aporta una diversidad de lugares donde grabar) además de un bartender androide y alguna que otra aparición momentánea de otro personaje. En tal contexto, cabe destacar que las actuaciones de ambos protagonistas están al nivel que se puede esperar de ellos, disfrutable y cautivante, si bien hay momentos en los que el reflejo de las emociones no es el que se espera, en definitiva logran retratar personajes dignos de la película de ciencia ficción que se aspiraba presentar.
Michael Sheen (Frost/Nixon) nos sorprende con su actuación como Arthur, tal vez lo más difícil es actuar como un robot diseñado para ser humano, pero que al final del día no lo es y está lejos de poder reemplazar a uno y crear la sensación de pertenencia y entendimiento que los personajes principales buscaban intensamente a lo largo de la película. Arthur, bajo la actuación de Sheen, resultó ser un aporte inigualable a la película con su sentido del humor y personalidad liviana.
Los efectos especiales, por otra parte, son sutiles pero encantadores. Siendo parte del contexto más que de la historia principal, su suavidad resulta en una belleza especial, los fondos y detalles nos muestran un universo único en su belleza y profundidad. Queda, eso si, la sensación de que si bien los personajes están «atrapados» en esta nave, se podría haber jugado un poco más con los ambientes en los que la película se desarrolla, evitando escenas repetitivas y presentando nuevas partes de la nave o profundizando en las que no se mostraron profundamente, aún así la imagen y diseño de las escenas es un gran logro.
El problema de esta película lo encontramos, lamentablemente, en sus cimientos; la trama y su desarrollo. En el trailer se nos presenta una historia intensa, emocionante y novedosa -que en los primeros minutos de ésta sí cumple con las expectativas- pero que luego de varias frases trilladas y vueltas sin sentido o explicación (en especial en respecto a temas humanos como el amor o la vida misma) pierde el interés de la audiencia. En general, esta falla en el guión le cuesta gravemente a la película, que a pesar de salir a flote gracias al talento de quienes la interpretan y ambientan, no logra recuperarse por completo de lo molesto que puede ser ver algo tan predecible.
En resumen, podemos decir que al igual que en su trama, el ver «Pasajeros» es un viaje con problemas. Es una experiencia placentera, ya que es en general disfrutable y cuenta con buenas actuaciones y efectos visuales, pero tiene fallas que amenazan con arruinar en el momento en que queda corta en su historia y guion. Aún así, vale la pena ir a verla por los temas de vida, amor y persona que se plantean, además de las actuaciones de la siempre asombrosa Jennifer Lawrence y el impactante Chris Pratt en una lucha contra el universo por sobrevivir a un viaje condenado al fracaso.
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