[Reseña] «Perros Astronautas»: Aventuras En La Luna

Era 3 de noviembre de 1957, y la ya famosa perra soviética era lanzada al espacio a bordo del Sputnik 2, para luego fallecer en el espacio debido al sobrecalentamiento de la nave.   Todos conocemos la historia de Laika, pero tal como ella, existieron muchos más experimentos soviéticos para llevar animales al espacio, y uno de los más famosos fue el de Belka y Strelka, dos perras que fueron llevadas al espacio, junto con una rata sin nombre, a bordo del Sputnik 5 en 1960, y regresaron vivitas y coleando, literalmente.

Perros Astronautas: Aventuras En La Luna es la continuación de Perros Astronautas de 2010, donde nos contaron esta historia basada en hechos reales, en donde Belka, Strelka, Venya (una rata, como la historia original) y Kazbek (otro perro quien no aparece en la historia real ya que viajó de polizón y “no fue considerado en la historia oficial” debido a esto) viajan al espacio y vuelven a salvo a la tierra.    En la película de 2010, Belka es originalmente una perra de circo, mientras que Strelka y Venya vivían en la calle, y Kazbek era el instructor de los perros astronautas, un curso en el que las protagonistas terminan por error.

Sinopsis: Prepárense para despegar a una aventura fuera de este mundo con el perro astronauta adolescente, Pushok, quien está determinado a encontrar a su padre astronauta perdido. Contra todo pronóstico, Pushok despega desde Estados Unidos hacia la luna, pero pronto descubrirá que no está solo, al ser reunido con su madre y encontrarse con un masculino mono y un extraterrestre bebe. Juntos, los peludos heroes aprenderán el verdadero significado del trabajo en equipo mientras se unen en la búsqueda del padre de Pushok.

En esta nueva historia, que no está basada en hechos reales, vemos como Pushok, hijo de Belka y Kazbek, es enviado a Estados Unidos como regalo a Caroline Kennedy, hija del presidente John F. Kennedy, donde se hace rápidamente su mascota predilecta.

Mientras tanto, de vuelta en la Unión Soviética, Belka y Strelka están de gira por el país haciendo espectáculos musicales contando su historia, con Venya como su representante, mientras que Kazbek es llamado una vez más para una misión ultrasecreta del gobierno, por la cual es enviado a la luna para investigar los misteriosos rayos verdes que han golpeado la tierra robándose distintos monumentos y objetos terrestres, y desaparece misteriosamente.

En Estados Unidos, Pushok es engañado por las mascotas de la Casa Blanca para ir a la luna a rescatar a su padre, donde estará el mono astronauta Bonnie Banana, una caricatura del estadounidense promedio, y se encontrará con su madre y Strelka, quienes también van en rescate del perdido Kazbek al satélite natural terrestre. En la luna deberán superar diversas desventuras para poder volver sanos y salvos a la tierra una vez más.

Perros Astronautas: Aventuras En La Luna del estudio ruso KinoAtis, es una película de animación 3D, con algunos complementos de escenas 2D, y a ratos su animación se torna rústica y tosca, estando muy lejos de las películas que estamos acostumbrados a ver de estudios como Pixar o Dreamworks, pero satisface al ojo menos crítico.    Su narrativa es pobre y apresurada, intentando insertar el mayor contenido en el menor tiempo (75 minutos), probablemente por un tema de presupuesto, pero logra entregar una historia completa con solo algunos pequeños errores argumentativos y de continuidad que no son relevantes para el espectador.   El humor ruso quizás no sea tan perfecto como el humor americano, y será más difícil sacarle una sonrisa a un adulto, pero la película está dirigida a los más pequeños del hogar, quienes podrán disfrutar de «Perros Astronautas: Aventuras En La Luna» de forma más inocente.

Es necesario destacar dos puntos que hacen que «Perros Astronautas» sea una muy interesante obra para los más pequeños: primeramente, los roles protagónicos de la película son femeninos, lo que es refrescante en comparación a los tradicionales personajes masculinos; y el segundo, quizás más relevante, es que es una película rusa, y como tal, nos muestra la otra versión de una historia tan repetida como lo es la carrera especial.    También (en general) es una versión desconocida y poco acostumbrada a ser presentada en películas populares, en donde se exponen estereotipos y parodias de la gente americana, al contrario de lo que vemos siempre en productos de ese país, y por ese lado, es totalmente recomendada para todo el mundo que quiera un respiro de la costumbre y ver algo del periodo de la Guerra Fría desde el otro lado de la cortina de hierro.