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La película “¿Por qué él?”, perteneciente al género de la comedia, se perfiló desde un comienzo como un proyecto interesante y ambicioso para mí. Ya sea por el placer de ver el retorno de Bryan Cranston a la comedia, por las ganas de ver nuevamente al carismático James Franco en acción o por la curiosidad de observar cómo el fenómeno de los subtítulos “chilensis” termina impactando y situándose en el público nacional; y es que siento que la apuesta de Fox fue realmente grande, y en lo personal, me dejó bastante satisfecho. Hace tiempo que no salía de la sala de cine tan contento luego de ver una comedia, es por ello que a continuación te dejo mi reseña y una gigante invitación para que la vayas a ver.
Sinopsis: Durante las fiestas de Navidad, Ned (Bryan Cranston), un padre sobreprotector pero amoroso con su familia va a visitar a su hija en Stanford, donde se encuentra con su peor pesadilla: su bien intencionado pero socialmente torpe novio multimillonario de Silicon Valley, Laird (James Franco). El inocente Ned piensa que Laird, que no tiene absolutamente ningún filtro, es un partido tremendamente inapropiado para su hija. La unilateral rivalidad y el nivel de pánico de Ned aumenta cuando se encuentra fuera de sintonía en un glamoroso centro de alta tecnología y se entera de que Laird está a punto de hacer la pregunta.
Una trama sencilla, chistes con mucho potencial y una excelente traducción en los doblajes es lo que hace que esta cinta sea muy disfrutable. La película nos muestra el choque familia v/s pololo en el momento en que una recatada familia conoce al novio de su hija, Laird, quien es hijo de su generación y literalmente no tiene filtro. Ned, un padre sobreprotector, rechaza enseguida a la pareja de su hija y ahí comienza el conflicto, ya que deberá hacer el esfuerzo por su hija e intentar entender al descarriado Laird.
Si bien, la construcción de los personajes se limita al género de la película, se siente bastante orgánica y funcional. Gracias a las geniales actuaciones del elenco logramos conectar con los personajes y generamos un vinculo con ellos. En cierto punto, hasta podemos comprender cómo se sentirá cada uno de ellos con la acciones que suceden en la película y eso se agradece, ya que facilita que el espectador se sumerja en el filme y se posicione en los zapatos de cada personaje.
El humor está bien logrado, aunque a ratos se siente un tanto drástica su ausencia. Se nota mucho el contraste entre las escenas serias y las graciosas, y eso finalmente termina restándole atención a la trama y centralizando el foco de atención en aquellas escenas destinadas a sacar risas. Quizás hubiera sido mejor mantener la comedia siempre en pequeñas dosis, pero no se hizo así y aunque eso no hace que la película sea mala, sin dudas, le resta algunos puntos.
Aún con lo anteriormente dicho, la trama se disfruta bastante y logra captar la atención del público. De la mano de la comedia tenemos una historia interesante que expone un problema real en nuestra sociedad: la sobreprotección y la «vida en la burbuja» que muchas personas viven, y el momento dramático en que aquella burbuja se rompe. El choque de dos mundos que son opuestos y aparentemente no se llevan bien.
Otro punto interesante de análisis -no me extenderé demasiado, ya que dentro del sitio podrán encontrar una nota destinada a ello– es el cambio sustancial en los subtítulos. Como quizás ya habrán notado, la promoción en Chile de esta película estuvo acompañada de un atractivo sin precedentes: por primera vez los subtítulos estarán traducidos al «chileno» por lo que podemos olvidarnos de las expresiones mexicanas o chistes inentendibles que muchas veces tenemos que aguantar en películas, principalmente en comedias. Debo decir que luego de ver la película he quedado fascinado con el trabajo logrado en los subtítulos nacionales. Potencian de gran manera la comedia presente en la película y la mantienen en varios puntos que con subtítulos «normales» hubiera decaído.
Sinceramente espero que sea una práctica que se mantenga en futuras comedias, dudo que funcione en otro género, ya que aporta identidad a las cintas y sin duda permite al espectador sentirse identificado en muchos momentos en los que chistes de carácter estadounidense (muchos de ellos inentendibles para el público) son reemplazados por «tallas» chilenas que hacen reír y mantienen a la gente enganchada en la película.
Para terminar, me gustaría insistir en que por favor vayan a ver esta película. Una excelente comedia que no deberías dejar pasar… sobretodo porque, lo más probable, es que sea la única oportunidad que tendrás para experimentar la sensación de los subtítulos chilenos en el filme. Sin duda, yo me di cuenta de que es algo que hace falta en las traducciones actuales; jumbitos para 20th Century Fox Chile.
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