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Taylor Jenkins Reid es una reconocida autora internacional que el 2020 entró fuerte en el mercado literario nacional. Luego del exitoso lanzamiento de su libro «Los Siete Maridos de Evelyn Hugo», ediciones Urano ha lanzado las reediciones de sus primeras novelas para que sigamos conociendo a una escritora que sin duda dará de qué hablar.
Sinopsis: El matrimonio de Lauren y Ryan está en punto muerto, al borde de la ruptura. Ellos saben que se quieren, pero no son felices, ni siquiera se soportan. ¿Cómo han podido llegar a esta situación? Tienen que hacer algo drástico si no quieren terminar mal. Así que se les ocurre un plan poco convencional: estar separados durante un año y no tener contacto entre ellos.
Esta nueva situación les servirá para conocerse mejor a ellos mismos, para saber si se echan de menos, si quieren volver a estar juntos e incluso si siguen enamorados.
Lauren se embarcará en un viaje de autodescubrimiento. La influencia de amigos y familiares, así como su proceso curativo personal y los desafíos que supone su vida lejos de Ryan, empezarán a cambiar la percepción que Lauren tenía sobre el matrimonio y la monogamia, la pasión y la fidelidad, el amor y el sexo… ¿Realmente van siempre de la mano? Y si no es así, ¿qué es lo que realmente hace que una relación funcione?
Taylor Jenkins Reid tiene un don con las palabras. Este es el tercer libro que leo de la autora y sin duda tiene una forma muy hábil y natural de capturar los sentimientos y las relaciones. Viniendo de una lectura en donde el amor dominaba la escena, me llamaba la atención esta vez enfrentarme a una historia en donde el escenario era totalmente contrario, enfocándose justamente en el punto en donde el amor parece haber desaparecido. Una vez más nos encontramos con esa narrativa ágil, precisa y encantadora, en donde captura con justa profundidad los sentimientos de todos los personajes, los que desarrolla con una justa dosis de realidad, permitiéndoles errores y descubrimientos.
Lauren es una mujer que se encuentra en un punto de su vida en donde aparentemente debería tener todo resuelto, y sin embargo se encuentra en la cumbre de la incertidumbre. Con más inseguridades y dudas que nunca antes en su relación, debe arriesgarlo todo para intentar rescatar lo que le dio sentido desde un comienzo. A lo largo de este proceso somos testigos de cómo cuestiona sus sentimientos mientras que poco a poco se permite espacio para emociones y vivencias nuevas, lo que le permite analizar el pasado bajo una nueva lupa. Con conductas dignas de admirar así como otras bastante reprochables, el personaje construye su camino hacia el futuro que anhela, mas confiada y decidida.
Por otro lado y pese a los desencuentros, Ryan nunca es presentado como un antagonista, pues Taylor sabe relatar muy bien el desencuentro en esta relación en donde el amor permanece pero carece de un camino para seguir adelante, entregándonos ambos puntos de vista y permitiéndonos entender este quiebre y proceso de un modo en donde ninguno de los personajes es juzgado. En la historia también se integra la familia de Lauren, evidenciando cómo cuando una relación no solo implica a la pareja, sino como ésta también involucra a nuestras familias y el complicado camino que significa el quiebre entre dos partes cuando en realidad existen muchas más.
Durante el libro, acompañamos a ambos durante escenarios que son fácilmente extrapolables a nuestras vidas, sumergiéndonos sin querer en este escenario y empatizando rápidamente con los sentimientos de los personajes. Una lectura rápida, entretenida y especial para el verano, que a pesar de tener un final bastante esperanzador e idealista, no deja de reflejar la realidad. Muy recomendado si te gustan las novelas románticas, ágiles y con grandes personajes. Taylor Jenkins Reid se convirtió sin duda en una de mis autoras favoritas del año 2020.
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