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Vincent Cassel (El Cisne Negro) no será el actor más guapo, pero si hablamos de talento, vaya que lo tiene y en “Sin Dejar Huellas” vuelve a dar prueba de ello. Con una sórdida interpretación de un detective (comandante) en decadencia, que se ve acorralado con un caso de desaparición.
Sinopsis: Dany Arnault desaparece sin dejar huellas. El comandante François Visconti, un atormentado policía con problemas de alcoholismo, está a cargo del caso y se dedica afanosamente a buscar al adolecente. Durante la investigación, Visconti se enfrenta con Yan Bellaile, un maestro del niño desaparecido que se muestra extrañamente ansioso por ayudar a encontrarlo.
El comandante Visconti (Cassel), es un completo desastre; respira whisky y exhala fracaso tras fracaso, tanto en su vida personal como en el mundo laboral, dejándose llevar por un instinto un tanto desgastado, pero no del todo equivocado.
El director Érick Zonca (Francia), nos lleva a revivir las clásicas películas del cine noir, donde los detectives resolvían el caso a trompadas de alcohol y cigarrillos, quedándose con la chica que acudía a su despacho por ayuda.
En “Sin Dejar Huellas” Cassel se convierte en un verdadero cliché que rinde homenaje a este tipo de películas con un relato más natural, más humano y menos inexacto, donde las pistas y acertijos parecen nunca acabar, anticipándose a las conjeturas con giros de tuerca que no cansan de sorprender.
La premisa es simple: un adolescente desaparece. La madre angustiada, acude al detective por ayuda. Y encontramos al sospechoso del caso. Hasta aquí, todo marcha bien. Sin embargo nada es lo que parece. Las pistas nos llevan por callejones sin salida que se vuelven verdaderos laberintos con cada nueva información.
No hay duda que el mayor antagonista es el propio comandante Visconti, que con sus arrebatos y falta de sutileza, entorpece todo logro ante la mirada crítica de sus colegas. Sin embargo el contra peso de la historia, es el actor Romain Duris (Afterwards), quien encarna al villano de turno ante los ojos del protagonista; el profesor Yann Belllaile; vecino y tutor del joven desaparecido, que parece demostrar demasiado interés en la investigación policial en curso, al punto de desafiar las destrezas detectivescas del comandante Visconti.
“Sin Dejar Huellas” es una verdadera maraña de incertidumbres que pese a su lentitud, logra cautivar con acertijos que no parecen tener fin, sembrando la confusión acerca de quién es el verdadero culpable.
Un verdadero deleite para el pensar, que sorprende con un guión inteligente y efectivo, que los dejará perplejos con su desenlace. En cines desde el 20 de diciembre, solo en las Salas Arte de Cinehoyts.
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