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Recuerdo que hace un par de años, la idea de ver a Spider-Man dentro del universo fílmico de Marvel (MCU) era lejana e imposible. El tiempo pasó, y luego de la fallida saga «The Amazing Spider-Man» (Marc Webb) se hacía imperante que el nuevo reinicio del personaje estuviera a su altura. Las plegarias de los fans fueron escuchadas, y luego de una breve aparición en «Captain America: Civil War«, llega a la gran pantalla «Spider-Man: Homecoming«; la primera cinta del Spidey interpretado por Tom Holland («The Impossible«) y además el primer filme del trepamuros dentro del MCU. Las expectativas estaban por el cielo, pero también existía miedo. Miedo de que Iron Man se robara la película, de que la cinta fuera demasiado infantil e incluso que los personajes de apoyo no fueran lo suficientemente «fieles» al cómic. ¿Qué ocurrió finalmente? ¿La película es tan buena como dicen?
Sinopsis: «Un joven Peter Parker/Spiderman (Tom Holland), que hizo su sensacional debut en «Capitán América: Civil War», empieza a controlar su recién hallada identidad como el superhéroe lanzarredes en «Spider-Man: Homecoming». Emocionado por su experiencia con los Vengadores, Peter regresa a casa, donde vive con su Tía May (Marisa Tomei), bajo el ojo atento de su nuevo mentor, Tony Stark/Iron Man (Robert Downey Jr.). Peter intenta volver a su rutina diaria normal como la de cualquier adolescente de secundaria, distraído por los pensamientos de probarse a sí mismo que es más que simplemente tu amistoso vecino Spiderman, pero cuando el Buitre (Michael Keaton) emerge como un nuevo villano, todo lo que Peter considera importante será amenazado.»
La idea de un Peter Parker en la secundaria suena sumamente interesante, aún más teniendo en cuenta que en los primeros cómics del arácnido esta es justamente la faceta que se nos mostraba. Un Spider-Man púber, es lo que nos presenta Jon Watts («Cop Car«) en esta película, y me atrevería a decir que es por eso que la cinta resulta tan buena y fresca. La visión que se nos ofrece del héroe resulta novedosa y llamativa, y además de eso, es fiel a los cómics y sirve para que la audiencia más joven conecte con ella.
Si hay algo que definitivamente se debe destacar de sobremanera -y era algo que todo fanático esperaba poder ver bien realizado- es la interpretación de Holland como Peter Parker/Spider-Man, quien sin duda nos entrega la que ha sido la mejor interpretación del personaje a la fecha. Es un agrado finalmente ver a una versión tan carismática del personaje, que tiene la misma esencia juvenil y cómica de los cómics, y que al mismo tiempo no deja de lado todo el peso ético y moral que el mismo siempre ha afrontado, que resulta aún más interesante de ver, siendo que se refleja en el contraste de las responsabilidades de un superhéroe con lo que es llevar la vida de un adolescente aplicado e inteligente en un punto crucial de la pubertad.
La dirección de Jon Watts, en conjunto con el guión, logran entregar una historia que no tan solo es chistosísima y presenta una dinámica de humor muy similar a las comedias colegiales de los años 80′ (tales como la misma «Ferris Bueller’s Day Off» que referencian en la película), sino que también llega a abordar momentos fuertes y tensos para el protagónico Spidey, los cuales toman aún más peso y valor cuando vemos que quien está pasando por dichas situaciones, no es más que un adolescente que está aprendiendo a desenvolverse en un mundo hostil donde toma más que superpoderes para poder hacer una diferencia. Es en momentos así donde el título de «Homecoming» toma un significado sumamente importante y simbólico respecto a la evolución del personaje.
Asimismo, me alegró demasiado ver que todas aquellas personas que asumían que la película sería algo así como un equivalente a «Iron-Man 4», estuvieran sumamente equivocadas. La presencia de Tony Stark (Robert Downey Jr.) en la cinta, se siente bastante liviana, y debo decir que muy justificada. Iron Man se alza como el mentor de Peter, la voz de la conciencia que lo dirige y ayuda en contadas ocasiones. Es gratificante ver que el conflicto es solucionado por el héroe principal, mientras que Stark no termina siendo más que un pequeño (pero sin duda interesante) agregado para el filme.
Por otro lado, dado que los villanos de Marvel suelen decepcionar, admito que le tenía poca fe a Michael Keaton («Spotlight«) como El Buitre. Pero luego de ver la película, debo decir que la interpretación del ex-Batman superó con creces mis expectativas. El consagrado actor logra ser intimidante y carismático al mismo tiempo, esto gracias a los fuertes cimientos que el guión le permite generar con la audiencia. Comprendemos sus motivos, e incluso en cierto punto solidarizamos con su situación; y lo que lo hace aún más ideal como primer enemigo de Spider-Man en esta primera entrega del superhéroe en el MCU, es que el personaje proviene de un lugar tan humilde y local como el protagonista, al punto que sus motivaciones son inspiradas a partir de sentimientos tan puros como los del propio héroe. El Buitre es una persona promedio que, ante las oportunidades de la vida, decide tomar acción para poder sacar adelante a su familia en vista de los obstáculos que los más poderosos han puesto en su camino. Spider-Man es un joven que frente la obtención de sus poderes, busca usarlos para defender a las personas ignoradas, tal como fue que pasó con El Buitre. Lo que los separa es el camino que ambos eligieron para conseguir sus propósitos.
En cuanto a aspectos técnicos, cabe destacar que si bien hay un impecable uso de efectos especiales para las escenas de acción (cuyos escenarios se sienten como si fueran desprendidos directamente de los coloridos y explosivos cómics clásicos de Spider-Man), se nota que se prefirió un enfoque en el personaje y su desenvolvimiento con su entorno, por sobre la acción en su totalidad; lo cual se demuestra en un balance que tira más hacia el desarrollo de Peter Parker en vez de sus hazañas como Spider-Man.
Asimismo, Michael Giacchino hace de las suyas nuevamente con un vibrante soundtrack que te atrapa de principio a fin, en especial con su atrapante versión del clásico y pegajoso tema del superhéroe, que abre la película para recordarnos que jamás podremos olvidarlo.
Ahora, si tuviese que mencionar algunos problemas, diría que hubo un flanqueo respecto al trabajo de la relación romántica entre Peter Parker y Liz (Laura Harrier), quienes si bien tienen buena dinámica, no trabajan este aspecto de la película en un tiempo suficiente como para lograr muy buena inmersión (un aspecto que siempre ha sido importante con personajes como Mary Jane Watson y Gwen Stacy en ocasiones anteriores); a pesar de que este vínculo da paso a una revelación brillante y chistosísima en la película, que no voy a spoilear.
Por otra parte, también resultó algo eclipsante el hecho de tener a un villano tan bien logrado como lo fue El Buitre, en conjunto con la presencia de otro antagonista icónico de los cómics, Shocker (Bokeem Woodbine), ya que esta quedó muy acotada a un rol secundario sin mayor profundidad, donde el personaje se restringió a un rol más simple de matón, al punto de que pudo perfectamente haber sido un personaje inventado sin la necesidad de tomar el título de popular villano, y no habría hecho la mayor diferencia. Más allá de eso, no habría mucho más que quejarse de este tremendo logro para Spider-Man.
Para finalizar, «Spider-Man: De Regreso A Casa» destaca por ser una fresca mirada al icónico personaje en la pantalla grande, al punto de resultar ser el comienzo de una franquicia con la mejor interpretación del querido superhéroe, y una de las mejores películas dentro del MCU en su totalidad. Llena de humor, personajes carismáticos, entretenidas escenas de acción, y el villano de Marvel más memorable que se ha visto en años; esta es sin duda la película que todos los fanáticos de Spidey y del MCU querían, y que por ello, deben ver. Definitivamente, una de las mejores cintas del año, y una digna de ver múltiples veces en el cine; la inversión es más que merecida.
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