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El género más complicado es sin duda alguna la comedia. Porque por muy bueno que sea el guión, e incluso el director, no se puede hacer nada sí el actor no tiene ese encanto natural de hacer reír a las personas.
Y es precisamente ese exceso de encanto el que ha llevado a Melissa McCarthy a ocupar el trono que le corresponde como “La Reina de la Comedia” (si te interesa, puedes revisar la nota especial que hicimos de la actriz aquí), puesto que le valió una nominación al Oscar como Mejor Actriz Secundaria por su actuación en “Damas en Guerra”, película de Paul Feig, quien dirige nuevamente a McCarthy en esta comedia de espías.
Sinopsis: Una agente de la CIA, designada a trabajo de escritorio, tiene la oportunidad de convertirse en una verdadera agente de campo, poniendo en riesgo su vida con su torpe actuar, que la pone en situaciones peligrosamente graciosas.
La película nos muestra las desventuras de Susan Cooper (Melissa McCarthy), analista de la CIA, quien se encarga de ayudar a su compañero en terreno, el agente Fine (Jude Law).
En un principio la historia no parece muy nueva: un criminal tiene en su poder una bomba capaz de destruir el planeta completo, escondiendo el artefacto en un lugar secreto, siendo el único que conoce el paradero del arma. Debido a la alergia de un agente (Jude Law), el terrorista muere accidentalmente y se pierde la ubicación de la bomba.
El problema es que Rayna (Rose Byrne), una conocida criminal, además de saber la ubicación de la bomba, conoce la identidad de todos los agentes de campo de la CIA. Aquí es donde Susan se ofrece de voluntaria para esta misión de alto riesgo.
“SPY: Una Espía Despistada” tiene giros bastante interesantes, lo que en particular me sorprendió. Haciendo de la película una experiencia bastante agradable, con uno que otro chiste sexual (un par de fotos incluidas), pero sutiles.
La notable participación de Jason Statham da un giro a toda su trayectoria de Badass (chico malo). Una sola escena no logró su intención. Hablo de la carrera por llegar al hotel en Roma, pero juzguen ustedes
“SPY: Una Espía Despistada” es una pequeña gran sorpresa. Además de hacerte reír durante los primeros 5 minutos de haber iniciado la película, no le da respiro al aburrimiento. McCarthy logra sacar una carcajada de comienzo a fin, lo que se agradece. Pero no todo es merito de la protagonista, resto del elenco también merece algo de crédito, en especial Rose Byrne (La Noche del Demonio) quien demuestra una vez más su habilidad camaleónica para interpretar cualquier tipo de papel; como así también es necesario mencionar nuevamente la participación de Jason Statham, quien incursiona muy bien en este género.
Para finalizar, tal como lo mencioné antes, “SPY: Una Espía Despistada” es una película interesante e inesperada, que recomiendo por su excelente elenco y sorpresas en su trama.
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