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Este pasado 28 de Noviembre, gracias al Teatro Nescafé de las Artes y su ciclo National Theatre Live (las obras más importantes del momento proyectadas desde Londres), se exhibió en Chile la obra cumbre de Shakespeare y una de las más potentes de la literatura inglesa; HAMLET… que, por si no lo sabían, es interpretada por Benedict Cumberbat.
Esta obra que los ingleses tuvieron la posibilidad de ver en vivo y en directo (malditos!) es dirigida por Lyndsey Turner (‘Posh’, ‘Chimerica’) y protagonizada por el ya mencionado y destacado actor británico Benedict Cumberbatch (‘Sherlock’, ‘Frankenstein’, ‘Código enigma’).
Desde el Teatro Barbican, la producción revive una vez más la clásica tragedia en la que una familia se desgarra, mientras el país se arma para la guerra. Hamlet, obligado a vengar la muerte de su padre, pero paralizado por la tarea que tiene por delante, se enfrenta a su difícil situación que amenaza su cordura y la seguridad del Estado.
La exhibición digital parte con una pequeña entrevista del actor + una breve interpretación de la obra a cargo de estudiantes de secundaria. Pasado esto, cuando llega el momento de abrir el telón, el mundo de Hamlet es oscuro, solo le rodea su música y su soledad. Su padre acaba de morir y su madre, sin siquiera hacer duelo, se ha casado con su tío.
Uno de los primeros elementos que capta nuestra atención es el uso del lenguaje tradicional del teatro isabelino, respetando sus expresiones clásicas y en ocasiones un tanto complicadas de seguir (sobre todo al inicio cuando aún no nos hemos acostumbrado). Lo interesante de esto es ver como los personajes interactúan con estos modismos, sin dejarnos claro si forman parte de una época tradicional o si son contemporáneos a nuestro tiempo.
El vestuario es otro punto a destacar, en ocasiones tenemos elaborados trajes y repentinamente, nuestro Hamlet aparece con poleras estampadas o abrigos intervenidos con pintura.
Por otro lado, la puesta en escena y la iluminación de la obra se convierten en un personaje que no puede ser ignorado. La obra es puro movimiento y nos presenta espléndidamente esta lucha constante de vida y muerte, luz y oscuridad. Por eso, pese a que el primer acto se nos hace un poco lento, vale la pena esperar y llegar al clímax de esta tragedia.
¿Sobre la interpretación de Hamlet, el personaje? Las ovaciones y comentarios destacando el trabajo de Cumberbatch no fueron en vano. Su interpretación se destaca por sobre el resto (aunque Ofelia no se queda atrás y también se merece una mención), consiguiendo un personaje inocente y atormentado que no se da cuenta de las consecuencias de sus actos hasta que ya es demasiado tarde. Ver la forma en que se mueve, gesticula sin detenerse e incluso el cómo se apodera del escenario aunque no sea su turno de hablar, te demuestra lo compenetrado que consiguió estar con el personaje, por lo que solo puedo decir… Benedict, lo hiciste de nuevo. ¡Bravo!
Terminada la obra, nuestro protagonista recibe los aplausos y solicita un momento para hacer un llamado. El actor cambia su sonrisa y se detiene solemnemente para recitar el siguiente escrito de la poeta británico-somalí Warsan Shire:
«Nadie deja su hogar a menos
que su hogar sea la boca de un tiburón.
Solo cruzas las fronteras
cuando ves que toda tu ciudad hace lo mismo.Tienes que entender
que nadie pone a sus hijos en un bote
a menos que el agua sea más segura que la tierra.»
Tras esto, Benedict Cumberbatch pide a los asistentes apoyar a la organización Save the Children y recaudar fondos para los niños refugiados de Siria.
Sin duda, esta adaptación de Hamlet es una que debemos ver y saber apreciar, así que si se quedaron con ganas de ver la obra… Atentos porque aún tienen una oportunidad, y es que el teatro ha abierto una nueva función para el día 2 de Diciembre. Si quieren ver más detalles, pueden hacer clic [aquí].
Por cierto, la obra tiene una duración de 3 horas y 20 minutos (incluyendo un intermedio de 20 minutos), así que nuestra recomendación es que si asisten, coman antes de entrar a la función y no se olviden de llevar una botella de agua.
Concuerdo plenamente contigo en que el primer acto fue lento pero valió la pena, y en que la interpretación de Ofelia estuvo genial. Me encantó tu reseña, ¡saludos!
Muchas gracias por comentar Irene… sí, la versión de Ofelia de esta obra estuvo increíble, sobre todo en sus escenas finales!