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El oso de peluche más irreverente del cine, llega a la cartelera local con esta esperada secuela, donde además de fumar “weed” y beber cerveza, Ted deberá enfrentarse al mayor reto de su vida: convertirse en una persona.
Sinopsis: Recién casados Ted y Tami-Lynn quiere tener un bebé, pero a fin de calificar para ser un padre, Ted tendrán que demostrar que es una persona en un tribunal de justicia.
Suena trillado hablar de la maldición de las secuelas. Todos sabemos que las segundas partes nunca funcionan… Hay excepciones, pero en general, la mayoría sucumbe ante la presión de estirar el chicle y sacar provecho del éxito que alcanzó la primera entrega… “TED 2” es precisamente eso.
La ausencia de Mila Kunis se hace sentir en la peor de las formas. No solo le resta peso al elenco original, también debilita la trama de “TED 2”, dejando a Mark Wahlberg triste y solo (patéticamente adicto al porno), mientras que Ted (Seth MacFarlane) se lleva todo el peso del protagónico… un puesto demasiado grande para su talla.
El arribo de Amanda Seyfried al elenco se vuelve el salvavidas de John (Wahlberg), unificando al resto de los actores. Sin embargo, el resto de los personajes, como Tami-Lynn (Jessica Barth), a quien podrían haberle sacado más provecho, pasa sin pena ni gloria, al igual que el resto de los personajes sobrevivientes de la primera película.
“TED 2” pierde todo el encanto y magia que vimos en la primera entrega, bajando la dosis de comedia para aumentar el drama, dejando la película con mucho corazón y casi nada de humor. Una cinta más profunda (a nivel emocional), a la vez más sincera, pero que definitivamente perdió el rumbo inverosímil de la primera parte.
No puedo negar que me reí con esta segunda entrega. Tiene partes graciosas, como cuando Ted está en el… Olvídenlo, mejor véanla. Después de todo, pese a no ser tan buena como la primera, la película tiene lo suficiente como para entretener.
Y aceptémoslo, la cartelera está bastante aburrida, así que: ¡Bienvenido seas Ted!
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