[Reseña] «Tres Anuncios por un Crimen»: Esperar lo inesperado

Nos encontramos en plena temporada de premios, en esta época del año no solo son galardonados nuestros actores favoritos, sino que también llegan un montón de producciones a las salas de cine. Siempre está el infaltable drama británico de época o la inspiradora historia real de un personaje histórico; es un patrón que se repite. Siguiendo esta misma línea, también la mayoría de las veces llega una historia desarrollada en un pequeño pueblo de Estados Unidos, cuyos personajes son comunes como el agua pero que de alguna manera se ven envueltos en historias increíbles y que reflejan la a veces poco retratada realidad rural de Norteamérica, como vimos en “Hell or High Water” (2016) o “Nebraska” (2013).

Martin McDonagh es un director con una pequeña filmografía, solo tres largometrajes en su carrera, “In Bruges”, “Seven Psychopaths” y “Three Billboards outside Ebbing, Missouri (3 Anuncios Por Un Crimen)”. Es un director y guionista que ha sabido encontrar un estilo característico y aprovecharlo al máximo, para los que son ajenos a su trabajo podría describirse como una combinación entre los Hermanos Coen y Tarantino; no es que copie el estilo de estos directores, pero si sabe utilizar el humor negro y la violencia al servicio de la historia que quiere contar. Si bien sus trabajos previos demuestran esta faceta, ninguno lo hace con la maestría que “Three Billboards outside Ebbing, Missouri”, la mejor de su carrera y definitivamente una de las mejores del año.

Sinopsis: Después de que han pasado meses sin encontrar un culpable en el caso del asesinato de su hija, Mildred Hayes (Frances McDormand), comete un acto intrépido, pinta tres señalizaciones que conducen hasta su pueblo con un mensaje controversial dirigido a William Willoughby (Woody Harrelson), el venerado jefe de policía del lugar. Cuando su segundo de abordo, el oficial Dixon (Sam Rockwell), un inmaduro chico malcriado con una inclinación a la violencia, se involucra, la batalla entre Mildred y el cuerpo policial de Ebbing sólo se agrava.

Para entender por qué la película funciona tan bien, primero se debe tener en cuenta que McDonagh escribió “Tres anuncios por un crimen” para sus actores. Es decir, escribió cada personaje teniendo en mente al actor que quería que lo interpretase. De esta manera, cada personaje se siente auténtico y emocionante.

En primer lugar, está la increíble Frances McDormand como Mildred Hayes, es un personaje que queda para la historia del cine, que se merece un antiheroína que no aguanta que le vengan con rodeos, que es ruda y totalmente una mujer de armas tomar, decidida y arriesgada. Definitivamente uno de los mejores papeles de su carrera; tomando en cuenta que ya es una reconocida actriz. Luego está Woody Harrelson como el jefe Willoughby, Harrelson, siempre se caracteriza por agregar un tono sarcástico y rudo a los personajes que interpreta, esta no es la excepción, pero al mismo tiempo logra convertirse en el mediador que la historia necesita para que la trama siga su curso.

Por último, pero no menos importante tenemos a Sam Rockwell como el oficial Dixon, a mi parecer uno de los mejores personajes de la película. En un principio se presenta como el gran antagonista, el idiota del pueblo que representa todo lo malo que hay en la sociedad, con él se completa el trío de personajes principales de la historia. Ellos son los que muestran más facetas emocionales, pero debo decir que el desarrollo de personaje del oficial Dixon es el mejor, no solo porque está increíblemente interpretado, sino que también porque definitivamente presenta uno de los giros más inesperados dentro de la historia. Rockwell ya fue reconocido por los Golden Globes y se presenta como el posible ganador a mejor actor de reparto en los Oscars.

En cuanto a los demás miembros del reparto, puedo decir que cada uno aporta humor y un toque de dura realidad. Los habitantes del pueblo son todos unos “personajes”, en la batalla de Mildred por la justicia va a encontrar aliados y enemigos, cada uno de estos actores secundarios resultan cómicos e inapropiados a su manera, sin ningún tipo de censura y eso es lo interesante de la película, porque graciosos y todo no están lejos de la realidad de muchas personas. Destaco los personajes de Lucas Hedges y Peter Dinklage por ayudar a McDormand a explorar su personaje fuera del contexto de la disputa en la que se encuentra, ya sea como madre en el caso de Hedges o como posible interés amoroso con Dinklage.

Otro de los factores que ayudan a que la película prospere, es que juega a esperar lo inesperado durante toda la cinta. Es también un guión inteligente y rápido, que logra transmitir una desgarradora historia de una forma ingeniosa y cómica, pero que al mismo tiempo entrega momentos realmente emotivos que te hacen reflexionar sobre por qué es importante luchar en la vida. El guión es 100% autentico en el sentido de que no tiene miedo de imitar la realidad o de tocar temas que generalmente no se hablan en el cine e incluso en la vida diaria. Es audaz, astuto y lleva al espectador más confiado a dudar de lo que pueda suceder.

La banda sonora a cargo de Carter Burwell (“Carol”, La Saga de Crepúsculo, “Fargo”) está llena de tonadas de tensión y compasión, las cuales acompañan a la historia haciéndola 10 veces más poderosa. Burwell es un colaborador frecuente en las películas de los Hermanos Coen, lo cual también ayuda a crear esta atmósfera que emula McDonagh.

Es una película que trata sobre cómo la gente lidia con una tragedia, cómo resurge la culpa y sobre las diferentes pasiones que mueven las acciones de los personajes, definitivamente después de salir de la sala de cine quedas satisfecho porque sabes que viste una muy buena película. Se presenta como una de las favoritas dentro de la temporada de premios y tiene un camino directo hacia los Oscars, es el paquete completo, cuenta con increíbles interpretaciones, un guión inteligente que escapa de lo cotidiano, gracias a su director ofrece comedia y drama de forma justa. Definitivamente no solo es una de las mejores películas del año, sino que también de la vida y por lo mismo no se la pueden perder.