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Estamos rodeados por un mundo que cada día parece ser más duro y cruel. Acostumbrados a la violencia predominante, suele ser difícil reconocer las ventanas de luz que se cruzan en nuestro camino, pues se nos hace prácticamente imposible creer que existan. Sin embargo, hay ocasiones en donde esas ventanas son tan grandes, que es imposible ignorarlas y sin importar cuanto el mundo intente opacarlas, su luz siempre será más brillante.
«Un Buen Día en el Vecindario» se basa en el Señor Rogers y su vecindad, un famoso programa de televisión infantil estadounidense de finales de los años 60′ y un artículo publicado en la revista Esquire en 1998 por el aclamado periodista Tom Junod.
Sinopsis: El galardonado y cínico periodista, Lloyd Vogel (Matthew Rhys), acepta a regañadientes la tarea de escribir un artículo de Esquire sobre el querido ícono de la televisión Fred Rogers (Tom Hanks), con esto la perspectiva de la vida de Vogel se ve transformada después de su encuentro con Rogers.
La cinta es totalmente nostálgica, conservando la estética del programa y la época en la que se realizó. A través de la recreación directa del show, la película se centra en la historia de Lloyd Voguel, un brillante periodista agobiado por el peso de su pasado, con un profundo dolor cuyas raíces comienzan a invadir todos los aspectos de su personalidad y su vida.
En medio de un duro periodo en su vida, a Lloyd se le asigna la tarea de entrevistar a Fred Rogers para crear un perfil. Hastiado tanto por la simplicidad de la tarea como por el personaje en cuestión pero sin mas opciones, Lloyd concreta una reunión con Rogers en la que se encuentra con una persona tan honesta y bondadosa que llega a parecerle absurdo, desbordando su paciencia. Sin embargo, casi sin notarlo comienza poco a poco a abrir su corazón y sus miedos a este personaje, cuya sensibilidad parece superar cualquier barrera.
Sin ser estrictamente un biopic, la historia se las ingenia para presentarnos a Fred Rogers, capturando a la perfección su esencia sin que este deje de ser un personaje secundario. Fred Rogers posee una profunda conexión con la infancia, pero esta radica fundamentalmente en entender a los niños como personas, las que están conectadas con el entorno y cuyas emociones son igualmente válidas que las de un adulto. Nunca olvidando que nuestra infancia es la que nos construye, Rogers es capaz de conectar de igual forma con los adultos, llegando a través de su sinceridad y bondad con las emociones más profundas.
La película está brillantemente estructurada, pues es capaz de conectar con el espectador (Con ayuda de la ruptura de la cuarta pared), tal como si fuéramos nosotros los que nos enfrentamos a Mister Rogers, haciéndonos inconscientemente explorar nuestro corazón. ¿Cuántos de nosotros no estamos escondidos o rotos en algún nivel?
«Un Buen Día en el Vecindario» es una película que te abraza el alma, te emociona y te reconforta, invitándote a darle otra mirada a las cosas que te rodean, a aprender a disfrutar de la magia y a reconocer la importancia del ahora así como a ver nuestros errores con la naturalidad de lo humano. Ojalá todos pudiesen tener un día con Mister Rogers (o apreciar los Mister Rogers de su vida), pues sin duda es una esperanza y una visión de mundo que merece ser compartida.
Fuera de que la cinta es pura emoción, no podemos dejar de mencionar la brillante interpretación de Tom Hanks, quien hace una recreación magistral del personaje que captura desde su voz hasta sus movimientos.
«Un Buen Día en el Vecindario» es una película necesaria y conmovedora, que cambiará más de algo en el día de quienes le den una oportunidad de tocar su corazón. Se estrena en Chile gracias a Andes Films.
Un perfecto complemento para quienes queden atrapados por la película es el documental «Fred Rogers: El Padrino de los niños» («Won’t you be my neighbor?), disponible en HBO Go.
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