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Si bien disfruto de las películas policiales como cualquier otro adicto del género, tengo una inclinación por esas pequeñas joyitas que salen del montón y que se atreven a salir de los márgenes tradicionales y se enfocan en contar una historia con tanta humanidad en ella, que se vuelve casi imposible distinguir la delgada -y cruda- línea que divide la realidad de la ficción que se ve en pantalla. Experiencias así las he vivido con cintas como «Zodíaco» (2006) y «Sicario» (2015), y es ahora con «Viento Salvaje» («Wind River») que he vuelto a sentir esa angustiante y adrenalínica sensación de intriga remitida a partir de lo humano y lo realista.
Sinopsis: Viento Salvaje (Wi
Creo que al hablar de esta película hay que señalar que no es una cinta fácil de ver, al menos no para quienes se disponen a verla con un ojo crítico y bajado a la realidad respecto de la historia que están contando (la cual está basada en un caso policial de la vida real).
El director y guionista, Taylor Sheridan (guionista de «Sicario» y «Sin Nada Que Perder»), claramente se establece con «Viento Salvaje», como un cineasta que tiene un enfoque claro en tratar la delgada y casi indivisible línea que separa al bien y el mal respecto de las distintas caras de la ley y la naturaleza humana. En este caso, decide enfocar este enigma desde la arista de las minorías discriminadas de los Estados Unidos, que para esta ocasión, serían las tribus nativo-americanas, las cuales desde un principio dejan a ver que son bastante ignoradas por parte de los grandes organismos policiales como el FBI, cosa que realmente hace que a uno le hierva la sangre (el mejor referente es la escena de la autopsia que hay en la cinta).
Hay una esencia bastante cruda y sombría respecto a la cinta, siendo que en cierta manera intenta también tratar con la dicotomía de que o nuestro ambiente es producto nuestro, o nosotros somos quienes nos volvemos producto de nuestro ambiente; cosa que cobra mucho sentido para un grupo de personas que son constantemente discriminadas y dejadas de lado por prejuicios estúpidos, y que asimismo se ven confinadas a vivir en un lugar casi inhóspito y sumamente frío como lo son los pueblitos pequeños de Wyoming (aspectos reflejados de manera preciosa en la cinematografía).
Pero obviamente, si vas a transmitir una historia cruda y humana, tienes que hacerlo a través de personajes bien escritos y realizados, y esta cinta sin duda alguna tiene de esos.
Jeremy Renner («Vivir al Límite»; «The Avengers») y Elizabeth Olsen («Oldboy: Días de Venganza»; «Capitán América: Civil War») hacen un increíble trabajo como el agente del servicio de peces y vida salvaje americana, Cory Lambert, y la agente especial de FBI, Jane Banner. Ambos personajes tienen un trasfondo sumamente profundo y lógico que se va revelando mediante la película progresa, y en ningún momento se sienten progresiones forzadas o convenientes. Conocer a estas personas, y su relación con un escenario que por un lado resulta tristemente más familiar y normalizado de lo que debería ser para uno, y que por el otro lado, resulta ser completamente nuevo, desafiante, frustrante y chocante para el otro; es una odisea de personajes sumamente bien caracterizados y actuados de los cuales uno se aferra fuertemente y con suma atención (probablemente el mejor rol que ha tenido Jeremy Renner en toda su carrera, y si no me creen, esperen a escuchar su monólogo sobre el dolor y el recuerdo).
Asimismo, como mencioné brevemente antes, la cinematografía de Ben Richardson («Bestias del Sur Salvaje»; «Bajo la Misma Estrella») es impecable. Todas las tomas hechas para caracterizar a este pueblo olvidado de Wyoming, simplemente te quitan el aliento. Panorámicas y planos generales que vibran con el blanco de la nieve y lo oscuro de las imponentes montañas y bosques. Constantemente sientes el aislamiento y el peligro de amenaza del cual los protagonistas parecen estar siempre al tanto.
Si tuviera que señalar algún problema, la verdad es que no es realmente algo malo para mí, sino que simplemente es el hecho de que puede que hayan personas que no se involucren mucho con la película, dado que no es un thriller policial convencional, sino uno que se toma su tiempo y toma su fuerza en el progreso de sus personajes conforme van resolviendo el caso en cuestión; mientras que hay un enfoque menos prioritario en las escenas de acción (a pesar de que estas escenas están increíblemente logradas y son probablemente de las mejores que he visto en policiales de este año).
Para resumir, «Viento Salvaje» es una gran e inesperada película llena de notable trabajo por parte de su reparto, un guión muy bien escrito y fluido, una increíble cinematografía y una dirección sumamente bien enfocada y lograda. Si bien puede no ser del gusto de todos, es sin duda una de las mejores cintas que han salido este 2017, y uno de los mejores thrillers policiales del siglo XXI, con un sentido de contingencia y realismo sumamente potente y vigente. Definitivamente no se la pierdan si aprecian un buen crimen sórdido y bien resuelto.
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