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Steve McQueen («Shame»; «12 Años de Esclavitud») es sin dudas un director a quien puedo catalogar como uno de los más importantes de las nuevas generaciones, al no tan solo abordar historias llenas de una humanidad sumamente cruda, sino también por traerlas a la vida con un estilo hiperrealista muy distante de las tendencias hollywoodenses. Su nueva película, «Viudas» («Widows»), es un thriller criminal de robos con el toque de este particular cineasta, el cual le trae nueva vida al género, y sin duda destaca como una de las mejores películas de este año.
Sinopsis: Adaptación cinematográfica de ‘Las viudas’ (‘Widows’), miniserie británica de 1983, aquí ambientada en Chicago en la actualidad, sobre cuatro mujeres con nada en común excepto una deuda heredada por las actividades criminales de sus difuntos maridos. Verónica (Viola Davis), Alice (Elizabeth Debicki), Linda (Michelle Rodriguez) y Belle (Cynthia Erivo), deciden tomar las riendas de su destino y conspiran para forjarse un futuro con sus propias reglas.
Como mencioné en un principio, el gran toque de McQueen, tanto en la dirección como en la narrativa, es el pronunciado realismo en su aproximación a la historia, el cómo la cuenta y quiere que se sienta, cosa que funciona increíblemente bien aquí; especialmente en conjunto con el espectacular guión de Gillian Flynn (guionista de la serie «Sharp Objects», y la película «Perdida»). Todo se siente apremiante, tenso, dramático, y sumamente bajado a tierra, por lo que se vuelve muy fácil situarse en la situación de las protagonistas y sentir una empatía adrenalínica y a minutos acongojante con lo que viven a lo largo de la cinta.
En esa misma línea, hay que aplaudir la forma en la que Flynn adaptó la historia traída originalmente a la vida por la BBC en una miniserie de los años 80′, ya que no tan solo logró plantear una narrativa humana y realista, sino que también pudo usar esas herramientas para traer lo que es sin dudas una de las mejores películas de empoderamiento femenino del último tiempo.
Una cinta que no resulta predicadora ni extremadamente política, no usa momentos de glorificación a los personajes, ni tampoco busca hablar a la audiencia directamente a raíz de esta pretensión; por el contrario, logra empoderar a las protagonistas con el mero hecho de ponerlas en una situación tan dura para ellas como lo sería para cualquier otra persona, y es la exploración de cómo tanto sus virtudes como sus fallas de carácter les ayudan y perjudican en completar su misión, lo que cementa cómo el coraje para una hazaña así, no tiene género predeterminado. ¿Quién dijo que se necesitan pelotas para hacerlo?
Por otra parte, un material de este calibre requiere de un reparto capaz de traerlo a la vida, y en esta ocasión, los artistas involucrados no decepcionan en lo absoluto.
Si bien se cuenta con talentos increíbles, pasando de los veteranos Robert Duvall («El Padrino»; «El Juez») y Liam Neeson («La Lista de Schindler»; «Búsqueda Implacable»), a otros increíbles actores como Colin Farrell («Escondidos en Brujas»; «Animales Fantásticos y Dónde Encontrarlos») y Brian Tyree Henry (la serie «Atlanta»), debo admitir que por lejos quienes se roban la pantalla en sus escenas son la siempre talentosa Viola Davis («La Duda»; «Historias Cruzadas»), la deslumbrante Elizabeth Debicki («El Gran Gatsby»; «El Agente de C.I.P.O.L.»), y un atemorizante Daniel Kaluuya («¡Huye!»; «Pantera Negra»).
A estas alturas, de Davis no es difícil esperar una buena actuación, y en esta ocasión, su rol como la determinada Veronica Rawlings es ciertamente una adición a la lista de sus papeles más emblemáticos, mezclando la vulnerabilidad de una mujer que acaba de perder a su amado esposo, y toda la determinación fría, metódica y calculadora de una persona que se encuentra entre la espada y la pared.
Por su parte, Debicki impresiona en su papel de Alice Gunner, quien sin dudas es el personaje más vulnerable del grupo, y por lo mismo debe enfrentar los mayores desafíos personales a la hora de enfrentar las circunstancias que tiene enfrente. Es por esto que, su evolución y las decisiones que toma, resultan de tanto peso, y encuentro que Alice es precisamente uno de los personajes más tridimensionales y empáticos de la película por lo humana y cercana que se siente su vulnerabilidad.
Ahora, si hay alguien por quien me quito el sombrero, es Daniel Kaluuya. Después de su implecable rol el año pasado en «¡Huye!», vuelve con uno de los personajes más memorables del 2018, en la forma de Jatemme Manning, un criminal del hampa sin ningún sentido de la moral ni la ética, completamente frío y calculador, con una presencia imponente y temerosa. Cada vez que se encuentra frente a la cámara, es imposible no sentir cómo la candidez sale de escena, y no se puede evitar el frío de su mirada calculando cada uno de tus movimientos, mientras que uno no puede siquiera predecir un paso de lo que él vaya a hacer. Un increíble antagonista en los anales de este año.
Sin embargo, si bien he dejado claro lo mucho que me gustó esta película, no quita que sepa que es posible que no vaya a ser del agrado de todos, principalmente debido al mismo sentido de hiperrealismo del que hablé en el principio de esta reseña. El compromiso de McQueen con hacer que la historia se sienta lo más real posible, es precisamente lo que puede no ser del gusto de aquellos que buscan un thriller criminal de mayor acción e impacto, a diferencia de este que es más realista, rápido y acotado, como suelen ser las cosas en la vida real.
Más allá de eso, no hay mayor crítica que hacer. «Viudas», a pesar de ser la película más comercial de Steve McQueen en su corta filmografía (la cuarta, de hecho), no deja de ser una adición más que bienvenida y efectiva en su cometido. Con una increíble dirección y llena de actuaciones deslumbrantes -incluyendo a uno de los mejores villanos de este año-, esta es una de las cintas que hay ver este 2018, y que probablemente sacará más de alguna nominación en la temporada de premios.
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