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Seamos sinceros, entre tanto megaestreno es casi imposible que el público en general piense en ver películas que (pesé a su buen elenco y poseer una historia interesante) no sean un éxito de taquilla. Entre estos estrenos que llegan con el fin de refrescar la cartelera de cines, esta semana aterriza «Volando Alto» filme que, en lo personal, tenía bastantes ganas de ver y que, debo decirles, no defrauda para nada.
Sinopsis: La película detalla las inspiradoras hazañas de Michael Edwards, mejor conocido como “Eddie el Águila”, el más famoso saltador de esquí en la historia británica. El retrato de la película del enfoque hacia el deporte de Edwards de nunca rendirse festeja el espíritu humano y la resiliencia de cara a probabilidades y desafíos extraordinarios.
Faltan películas de este estilo en cartelera, de las denominadas “feel good movie”, cintas que (sin la necesidad de que sean para el Oscar) entretienen de gran manera y motivan a sus espectadores como ninguna otra.
Taron Egerton (Kingsman: El Servicio Secreto) interpreta a Eddie Edwards, el británico que desafió al Consejo Nacional de las Olimpiadas de Londres para poder representar a su país en la categoría de salto de Ski; un competidor que no tenía el apoyo de nadie… hasta que demostró que los sueños se logran con dedicación e insistencia. Egerton vuelve a demostrar que es un diamante en bruto, que lo único que debe hacer es seguir puliéndose; porque si sigue así, no me extrañará verlo en grandes premiaciones en unos años más. Por su parte, Hugh Jackman nos recontra-afirma que es un actor de calidad, da gusto verlo en este tipo de películas, en las que irradia rudeza, pero a su vez un buen corazón.
“Volando Alto” es un filme repleto de emociones, de esas historias en las que es imposible no apoyar al héroe en su icónica lucha por lograr sus sueños, por más alocados que estos puedan ser. Con dos tremendos protagónicos y una trama que avanza de forma perfecta, sin aburrir en ningún momento.
Siempre he creído que el soundtrack es parte fundamental de un filme; y en esta ocasión, la música no defrauda… es el toque perfecto para convertir a «Volando Alto» en esa «feel good movie» que necesitábamos. Un filme que más que por tener enseñanzas, nos recuerda que no todo puede ser malo y que rendirse no es una opción. Les prometo que les encantará.
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