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La vertiginosa carrera de live actions de Disney continúa con su contendiente más atrevido hasta ahora: Aladdin. Lleno de promesas, dudas e ideas, esta nueva propuesta de la animación interpretada por personas llega a la cartelera intentado demostrarnos que nuestros deseos pueden ser cumplidos. ¿Lo logra? Ya diremos…
Sinopsis: ALADDÍN, la adaptación de acción real del clásico animado de 1992, es dirigida por Guy Ritchie a partir del guion de John August. El elenco de la nueva película de Disney incluye a: Will Smith, nominado dos veces al premio Oscar®, como el Genio que tiene el poder de conceder tres deseos a quien posea su lámpara mágica; Mena Massoud como Aladdín, el desafortunado pero agradable joven callejero que está enamorado de la hija del Sultán; Naomi Scott como la Princesa Jasmín, la hermosa hija del Sultán, que quiere decidir cómo llevar adelante su vida; Marwan Kenzari como Jafar, un malvado hechicero que crea un plan perverso para derrocar al Sultán y gobernar Agrabah; Navid Negahban como el Sultán, líder de Agrabah, que espera ansiosamente hallar un esposo adecuado para su hija; Nasim Pedrad como Dalia, la doncella y confidente de la Princesa Jasmín; Billy Magnussen como el Príncipe Anders, un pretendiente de Skanland y potencial esposo de la Princesa Jasmín; y Numan Acar en el rol de Hakim, la mano derecha de Jafar y líder de los guardias del palacio.
Con una propuesta visual que desde el inicio se define como terreno ganado y una de las historias más atractivas de recrear, Aladdin sabe que tiene mucho a su favor y no desaprovecha ninguno de esos elementos. Con una puesta en escena sumamente teatral que nos pasea por una alucinante Agrabah llena de detalles y paisajes de ensueño, nos adentramos en una historia que pese a ser muy fiel a la original se toma varias licencias que hacen de esta adaptación un riesgo y un éxito, mezcla que se mantiene en equilibrio durante toda la cinta. El diseño de vestuario es otro de los detalles que saltan a la vista imposibles de no admirar.
Con una parte de nuestro corazón ya ganado, siendo fiel al dicho «todo entra por la vista», podemos alegremente detenernos en los personajes, con un casting muy bien elegido. Con caracteres adaptados a la sociedad que será testigo de este remake nos encontramos con un Aladdín directamente sacado de la animación, entregándonos toda la cuota de nostalgia que necesitábamos. Por su parte Jasmín toma un giro que se lleva todos nuestros aplausos, con muchas más aspiraciones y desarrollo de personaje que la original, además de la brillante interpretación de Naomi Scott, llevándola a robarse la pantalla en más de una ocasión, acompañada de la nueva inclusión Dalia que ayuda a que se desenvuelva de modo mucho más entretenido.
Y si hablamos del genio, uno de los personajes que más causó dudas durante el periodo de promoción de la cinta, solo tenemos que olvidar todos nuestros miedos; no podría ser otro que Will Smith el que se parara victorioso frente al desafío de suceder al gran Robin Williams, rescatando la esencia del personaje pero dotándolo de su propia identidad, entregándonos un genio lleno de humor y personalidad que sin cuestionamientos está a la altura. Sin embargo, el mayor desafío se presenta con Jafar, pues si bien con todos los demás logran hacer giros exitosos, en este se quedan tristemente cortos, intentando compensar la falta de humor que pareciera hacer falta frente a la ausencia del carismático Sultán de la versión animada, que esta vez se presenta como un gobernante con una personalidad mucho más acorde a su rol.
No podemos perdernos mencionar el gran logro en la recreación de Abú, Iago y Rajah, cuyo encanto es rescatado a través de la animación digital para lograr hacerlos tanto o más icónicos que en la cinta original.
La música es otro punto alto de la película, que pese a no innovar demasiado, de todos modos revivirá este soundtrack de tu infancia, y que destaca pese a que la canción nueva parece un poco fuera de sintonía con el resto de la propuesta. Y si bien la cinta no es perfecta (Hubiese recortado un par de escenas y minutos sin afectar en lo más mínimo el resultado final), al sumar los pros y contras definitivamente podemos declararnos satisfechos.
No podría estar más de acuerdo. Speechless se siente bien y mal en su segunda parte. Intentaron hacer algo muy teatral, pero que qu díficil de hacer funcionar en cine (pero la canción es buena y acorde al giro de la nueva Jasmin). Se extraña al Sultán animado, pero se entiende que debe ser un gobernante serio. Jafar… Esperé que explotara su maldad hacia el final. Pensé que estaba fingiendo serenidad hasta que llegara su momento, pero solo lo ví por unos segundos cuando se convierte en genio (ya no es spoiler después de 28 años). Ni siquiera se transformó para pelear. En villanos live action, siguen ganando La Madrastra de Cenicienta y Gaston de La Bella y La Bestia. Salvo por esos detalles, la película se disfruta totalmente. Y parece que todo el mundo coincide que los miedos respecto a Will Smith se esfuman desde el primer momento que aparece en pantalla como el Genio azulado (y no, no parece pitufo ni avatar).