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Sangre, escape y una carrera contra el tiempo. Rachel Nichols (Criminal Minds) y Laura Harring (The Punisher) protagonizan «Instinto Satánico», una historia de terror y suspenso dirigida por Miguel Ángel Vivas.
Sinopsis: Una joven viuda, embarazada y deprimida, intenta reconstruir su vida después del fatídico accidente de tráfico en el que perdió a su pareja y su oído de manera parcial. Ahora, a punto de dar a luz, vive en una casa aislada de un suburbio cuando, una noche de Navidad, recibe la visita inesperada de otra mujer con siniestras intenciones.
Al tratarse de un embarazo, se sabe que la cosa se va a complicar. «Instinto Satánico» juega a contratiempo: una mujer embarazada debe escapar mientras comienza el trabajo de parto. Aquí la sangre y la brutalidad son un patrón a lo largo de toda la película que pondrá nervioso incluso a quienes más resistencia tengan frente a las hemorragias.
El gran elemento que utiliza la cinta para aumentar la tensión y el suspenso se basa en los ruidos y los silencios. La protagonista necesita un audífono para escuchar bien, por lo que en ocasiones estará totalmente privada de sonido al no contar con el dispositivo. Esto hace que nos pongamos aún más nerviosos, pues contaremos con un sentido menos para saber si el peligro se acerca o no… Más aún si la protagonista apenas se puede mover por las contracciones y los golpes recibidos.
¿Pero de quién debe escapar? De otra mujer…Una que quiere robarse el bebé que está en el vientre.
La antagonista es todo un misterio. Durante gran parte de la película no entendemos si es un fantasma, una ilusión, una visión o una persona real; de hecho, en un principio ni siquiera podemos verle el rostro. Recién hacia el final de la cinta conocemos la historia que motiva a nuestra villana y podemos entender el porqué de los crímenes que comete.
Pero hay un momento en que el personaje pierde credibilidad…¿Cómo es posible que entre cinco personas -dos de ellas policías- no sean capaces de detenerla? Esta es una de las situaciones en que el público se aleja de la trama y pierde el hilo por unos segundos.
Aún así en varias escenas sorprende con el salvajismo y desesperación por conseguir el bebé. Llega a ser una obsesión enfermiza que demuestra la clara demencia de la antagonista.
Pero todos lo cabos sueltos se conectan al final. No quedan tramas incompletas ni historias de personajes sin resolver, logrando dar un final redondo a una maratónica carrera por la vida.
En general, «Instinto Satánico» cumple con lo que las cintas de su tipo exige: te apreta el estómago, da nervios y asusta con sorpresas. Hay sangre, hay muerte y hay entretención.
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