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«John Wick» es el ejemplo del éxito puro; Una cinta con una trama cuyo origen bordea lo ridículo pero que ha sabido explotar cada elemento a su paso para, a esta altura, llegar a convertirse en un clásico de la acción moderna, con una fama más que justificada gracias a una historia cuyos atractivos detalles poco a poco han comenzado a revelarse y a un protagonista con habilidades insuperables y una voluntad de hierro que merecen la admiración de cualquiera.
Con una marcada estética Neo-Noir cargada al neón, nos enfrentamos nuevamente al antihéroe más temido y admirado de Nueva York. Una vez más inmerso en el mundo del que hizo todo por escapar, «Parabellum» retoma en el punto justo en donde el capítulo dos nos dejó, manteniéndolos al borde del asiento desde el primer minuto.
Sinopsis: John Wick (Keanu Reeves) está huyendo por dos razones: lo persiguen por una recompensa global de 14 millones de dólares por su cabeza y por romper una regla central, la de asesinar a alguien en los dominios del Hotel Continental. La víctima era un miembro de la Mesa Suprema que ordenó el asesinato del protagonista. John ya debería haber sido ejecutado, excepto que el gerente del Continental, Winston, le ha dado un periodo de gracia de una hora antes de ser ex comulgado: perderá el carnet de asociado, se le prohibirá la entrada y será aislado de los otros miembros. John usa la industria de servicios para mantenerse con vida mientras lucha y mata a su manera para intentar salir ileso de la ciudad de Nueva York.
Poco a poco nos vamos adentrando más en este mundo lleno de secretos en el que John Wick es el más temido de los enemigos, la leyenda conocida como «Baba Yaga». La cinta plantea de manera muy inteligente todos los pequeños detalles que el espectador debe asimilar para comprender este complejo universo, pues a través de muy breves y justas escenas dominadas por los diálogos se va revelando de dónde viene Wick y también hacia donde va. La narración hace honor al título de la cinta y nos aproxima a una inevitable guerra; La jerarquía es clara y la pugna de poderes inminente, pues no todo radica en la venganza. Sin embargo, como muy bien podrás suponer, lo que domina esta película es la acción pura y dura; numerosas escenas de enfrentamientos en donde la sangre corre sin escrúpulos y los enfrentamientos son tan atrevidos como no hemos visto antes.
Keanu Reeves es perfecto en su personaje, con una dedicación única que marca la diferencia en su interpretación, llevándolo a entrenar arduamente artes marciales como el judo y el jiu jitsu, además del manejo de armas, permitiéndole grabar la mayoría de las escenas de acción sin dobles. Halle Berry no se queda atrás, pues también entrenó para dominar armas además de ser parte del adiestramiento canino de los perros que fueron parte del rodaje. Con el regreso de los rostros indispensables para la historia que ya conocimos en las entregas anteriores y la inclusión de nuevos personajes que serán clave en el futuro de la saga, John Wick ha encontrado la manera perfecta de articular su elenco.
En cuanto a la dirección, es sorprendente como Chad Stahelski, quien ya se ha encargado de dirigir las dos cintas que preceden a esta entrega, ha logrado desarrollarse y enfocar cada una de sus entregas de un modo distinto, dándole a cada una su propia identidad. En Parabellum, las batallas cuerpo a cuerpo y los enfrentamientos con armas de corto alcance son las estrellas. Con un brillante uso de cámaras que sacan el máximo provecho al desempeño de Reeves, las escenas de acción son un lujo y un ejemplo de lo que toda película del género debería aspirar a ser, en perfecto equilibro con una arriesgada ambientación y una música totalmente inmersiva.
Es así como «John Wick: Parabellum reúne» todos los elementos para alcanzar la fórmula perfecta, transformándose incluso en el punto más alto de la saga hasta ahora. Una película que te hará retorcerte, reír, sorprenderte y gozar hasta el último segundo (o hasta que se confirme la próxima entrega). Disponible en cartelera gracias a Bf Distribution.
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