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«Nace una estrella» nos enfrenta de primeras a un escenario con el que es difícil no comprometerse: El remake de una exitosa historia protagonizada por estrellas como Bradley Cooper y Lady Gaga, al que los críticos de diversos festivales han caído rendidos. Desde ahí, la película se mantuvo completamente en mi radar.
Pero la buena publicidad y las expectativas en la cinta no quedaron solo en promesas: Pese a que es la cuarta reinvención en torno a la misma trama, sabe tomar aires totalmente nuevos, adaptarse a la época y con ello reinventarse con éxito, conquistando el corazón de los espectadores y ganándose todos los halagos.
Sinopsis: En esta nueva versión de la trágica historia de amor, Cooper interpreta al experimentado músico Jackson Maine, que descubre y se enamora de la artista luchadora Ally (Gaga). Ella casi ha renunciado a su sueño de triunfar como cantante… hasta que Jack la engatusa a la luz pública. Pero incluso cuando la carrera de Ally despega, el lado personal de su relación se viene abajo, mientras Jack lucha una batalla continua con sus propios demonios internos.
La película es el debut como director de Bradley Cooper: El trabajo fue intenso, pues también fue partícipe en la escritura del guión, además de protagonizarla. Muchos de los detalles fueron pensados por varios años y finalmente todo dio frutos. Es interesante ver lo que el conocido actor es capaz de lograr tras de cámaras, reforzando la carga emocional de las escenas con unos primeros planos muy en sintonía, cuidando los mensajes implícitos en el desarrollo de los personajes y haciendo de «Nace una estrella» su propia obra. Sin lugar a dudas un gran e inesperado debut, en donde Cooper es capaz de impregnar con su visión una historia conocida, impidiendo que ésta te deje indiferente. Este juego de cámaras sin duda fue un gran aporte al desarrollar la cinta, haciéndola mucho más intensa.
El desarrollo de personajes estuvo muy bien realizado, y pese a que en ocasiones es difícil no hacer comparaciones de los personajes de Bradley con sus inspiraciones y de Gaga con ella misma, la cinta logra una profundidad especial en cada uno de ellos, lo que se ve potenciado por la intensa y atrayente dinámica del duo. A lo largo del film se pueden apreciar las sombras, luchas y distintas facetas de ambos protagonistas, y cómo no se trata de ser bueno o malo, sino de cómo la vida nos guía por diversos caminos y de cómo nos enfrentamos a ellos, mostrándonos que la victoria también tiene su pérdida.
La banda sonora es la guinda de la torta, con canciones cuyas letras se hacen parte de la narración de manera muy armoniosa (no por nada existe una versión del soundtrack con diálogos incluidos) y melodías que te quedarán dando vuelta por días. Y si bien la película no es perfecta, es sin duda un éxito y logra desde un inicio su propósito: transmitir una oleada de emociones al espectador. Una cinta obligada si ya quieres comenzar a prepararte para la temporada de premios. ¡Gracias a Warner Bros Pictures Chile por la función especial de la película!
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