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«Un pequeño favor» es todo sobre el misterio, toda su campaña publicitaria se basaba en promover lo que ignoramos del otro, y como sus secretos podían transpórtanos a una dimensión totalmente desconocida de aquellos que alguna vez creímos cercanos.
Blake Lively incluso borró todas las imágenes de su cuenta de Instagram para reemplazarlas sólo con imágenes de la cinta. Visto así la película suena como un thriller sumamente intrigante, cumpliendo con llamar la atención del público.
Sinopsis: La historia se centra en Stephanie, una mamá vlogger que busca descubrir la verdad detrás de la desaparición de su mejor amiga Emily. Stephanie se unirá entonces al marido de Emily, Sean. En este thriller lleno de giros y traiciones, secretos y revelaciones, amor y lealtad, asesinato y venganza.
Lamentablemente, sentados en la sala de cine el film no termina de convencer. Con un arranque llamativo, pero un desarrollo débil, los cimientos de la relación de Emily y Stephanie, y como esta es el pilar de la narración de los extraños sucesos que acontecen.
Stephanie, interpretada por Anna Kendrick, es sin duda un personaje desagradablemente interesante. Un total estereotipo de madre perfecta, a un nivel tal en que le causa problemas socializando con otros padres. Es en este contexto que conoce a Emily, su antítesis: Una mujer de negocios, un ícono de moda y belleza, y una vida aparentemente perfecta. Por alguna razón ambas congenian, en una relación en donde aprenden a sacar provecho de lo que nunca serán pero anhelan en la otra.
Mi sorpresa fue enfrentarme a la interpretación de Blake Lively, que aunque no sea para premios, logró distanciarse de Serena Van Der Woodsen, quien poseía un perfil bastante similar. Esta vez la vemos con un tono mucho más oscuro, y un alterego que permite desarrollar mucho mejor su papel.
Quizás el haber leído previamente el libro habría ayudado a entender un poco mejor esta visión que se abordó en la cinta, pero tristemente de manera independiente no puedo decir que funcione un 100%, sobretodo hacia el final. Como sátira habría resultado mucho mejor.
Más allá del suspenso que se vuelve un poco predecible a medida avanza la historia, me quedo con la visión de las relaciones humanas, cómo están se afectan por las apariencias y los estereotipos y que finalmente nunca se termina de conocer a las personas, ni siquiera a sí mismo.
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