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La súper producción «Westworld» estrena su segunda temporada este domingo 22 de abril por el canal HBO a las 22hrs. Luego de un año de espera los fanáticos estamos ansiosos por saber qué es lo que ocurrirá en el parque, en donde ahora la inteligencia artificial ha tomado el control. Para mi suerte, y gracias a HBO, he podido ver en exclusiva el primer episodio de esta nueva temporada, así que a continuación podrán leer la review del capítulo, obviamente sin spoilers –cuidado, porque sí hay de la primera temporada-, esperando que esto ayude a bajar las ansias por el esperado estreno.
Al más puro estilo de Westworld, y al contrario de lo que muchos esperamos, este segundo episodio nos entrega más preguntas que respuestas. De manera inmediata se nos muestran las consecuencias desatadas por la trama secreta de Ford, la que le ha otorgado a los anfitriones la posibilidad de herir huéspedes. Con este significativo cambio en sus configuraciones, las inteligencias artificiales toman control del parque, generando así inmediato terror entre todos los presentes.
Las consecuencias a este hecho también son vividas en «carne propia» por los anfitriones protagonistas, quienes dan rienda suelta a sus motivaciones personales, estableciendo así nuevos rumbos para sus narrativas. Esto es interesante, ya que representa el inicio de la evolución que tendrán durante toda esta temporada. Tanto Maeve, como Dolores y Teddy se embarcan en diferentes destinos, los que tratarán de llevar a cabo a pesar de todos los obstáculos. Eso promete ser interesante de ver.
La ciencia ficción, el drama y el misterio son elementos que se dejan ver desde los primeros minutos. Sobre todo el misterio, ya que al igual que sus antecesores, este episodio juega con las lineas temporales, distrayendo y confundiendo al espectador, quien muchas veces quedará «colgado» y enganchado respecto a los sucesos de la trama. Esto, lejos de ser un problema, es una de las estrategias más utilizadas por la serie. Podemos estar tranquilos, ya que sabemos el enredo se irá aclarando poco a poco mientras la trama avanza.
En los aspectos técnicos el episodio mantiene el impecable nivel de sus antecesores, presentándonos un guión sólido, con actuaciones impecables. Brilla en todo momento el trabajo de Evan Rachel Wood (Dolores), Thandie Newton (Maeve) y Jeffrey Wright (Bernard), quienes logran interpretar magistralmente a sus personajes.
Además, la musicalización y fotografía son de un excelente nivel. Nos sentimos realmente inmersos en el parque y sus inmediaciones, y el soundtrack nos transporta por diferentes sensaciones, tales como el miedo, el misterio, la adrenalina y la desesperación.
En este capítulo se vislumbra también aquella discusión que ha sido la tónica durante todo el transcurso de la serie. Con un cuestionamiento al más puro estilo de Philip K. Dick en «Sueñan los androides con ovejas eléctricas«, el drama de Westworld nos hace pensar hasta que punto estas inteligencias artificiales, o simplemente robots, son tan reales como nosotros. Los limites de la empatía y la humanidad siempre están presentes en la filosofía de la serie, lo que le otorga una densidad muy rica, que hace pensar al espectador, además de entretenerlo.
En su primer episodio, la producción de HBO junto, J.J. Abrams y Jonathan Nolan presenta los cimientos para una tremenda segunda temporada. Misterio, drama y acción -este último en su justa medida- son los elementos que regirán esta nueva tanda de capítulos. «Estos placeres violentos tienen finales violentos«, reza la frase que nos hace pensar que las consecuencias para los huéspedes ya llegaron, y no hay escapatoria.
Para concluir solo me queda decir que la espera de un año sí valdrá la pena. Westworld se perfila desde ya como esas series que darán que hablar, solo es cosa de tiempo para que tenga más seguidores, ya que su calidad ha sido la máxima desde un comienzo.
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