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Gracias a los amigos de BF Distribution, tuve el privilegio de ver: “Sanctum 3D”. La película, que llega bajo el renombre de su productor, el nuevo rey midas de Hollywood: James Cameron, nos cuenta las desventuras de un grupo de exploradores que se internan en las profundidades de una cueva; “el último lugar en la tierra por explorar”.
La película logra cautivar y deleitar con sus hermosos parajes y con espectaculares vistas aéreas de la Isla Dunk en Australia; gracias al efecto 3D, la naturaleza parece tomar protagonismo, opacando la historia argumental e incluso las actuaciones del elenco.
Por muy poca atención que se le preste a la película, es imposible no sentirse parte de ella. Las excelentes tomas del paisaje, en combinación con el manejo de la cámara y el grandioso efecto 3D nos permiten transportarnos al lugar de la acción.
“Sanctum” intenta jugar con el suspenso desde el primer minuto, dejando entrever una escena del desenlace donde un simple mortal (que no haya visto el tráiler) puede pensar que está frente a la segunda parte de The Cave (2005).
Mientras se van presentando los protagonistas, se descubre cual es la trama de la historia y el conflicto dramático infaltable de toda película. Aquí es donde Ioan Gruffudd (Rey Arturo – Los 4 fantásticos) hace su aparición como una verdadera caricatura; molestosa e hiperquinética; pero Gruffud no es el único; un experto en el rubro como Richard Roxburgh (Van Helsing – Moulin Rouge!) cae también ante “los encantos del guión” con un personaje estereotipado, frío y amargado, un verdadero Grinch.
Mientras nos adentramos en las fauces de la cueva, la luz comienza a desaparecer. La atmósfera se vuelve densa. La música anticipa la incomodidad. El recorrido entre estrechos túneles, con poca luminosidad y bajo el agua, logra perturbar la calma que se sentía en la superficie. La lucha por la supervivencia se entorpece en una neurosis colectiva que generan una sensación de angustia, una verdadera experiencia claustrofóbica.
Un error garrafal, es delegar responsabilidad (o énfasis en su protagonismo) en Rhys Wakefield, el joven actor no logra convencer con su performance; la más débil del elenco. Esta falencia se pronuncia más por su inexperiencia, pero la calidad actoral de sus colegas deja bastante que desear. Es casi imposible establecer un lazo empático con alguno de ellos, y esto se refleja en la trama dramática de Sanctum, que pierde fuerzas, e incluso grandes oportunidades de emocionar.
La poca eficiencia del guion evita que la película destaque o sobresalga de sus márgenes. Llevándola por una línea segura, donde no logra destacar ni por ser una excelente o pésima cinta.
Esto quizás se deba a la incursión como escritores de John Garvin y Andrew Wight, aunque este último tiene una vasta experiencia haciendo documentales. Por lo mismo Sanctum funciona como documental, con impecables imágenes. Mientras que como película; con un guion débil, una historia predecible y actuaciones que dejan bastante que desear; termina quedándose donde se sitúa; olvidada en el fondo de la cueva.
El tráiler es la síntesis de la acción de Sanctum 3D, donde se aprecia el peso del nombre James Cameron, quien apadrina el filme promocionando sus éxitos de taquilla.
Cabe destacar (una vez más) la belleza visual. La banda sonora que acompaña bien cada escena y la película en sí. Que a pesar de no ser un producto perfecto, puede dejar valiosas enseñanzas al tratarse de una historia basada hechos reales, donde se aprecia la naturaleza básica, salvaje y sobreviviente del ser humano.
PD: Claustrofobia “mode on”
Interesante.
Pastitoway.
Igual me dieron ganas de verla. Disfruto mucho el cine en 3D.:-)