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¿Alguna vez has dejado un libro en reposo? ¿no?, yo creo que sí.
Tal vez no lo conoces por ese nombre, así que intentemos con otro: ¿Has dejado esperando a un libro? ¿Todavía no te suena familiar? Creo que es momento de que te cuente qué es.
Siempre ando buscando nuevos títulos que puedan sorprenderme y que sigan la misma línea literaria que me apasiona, me refiero principalmente a la Fantasía y Ciencia Ficción (lo cual no quiere decir que no lea otros géneros).
En esas búsquedas he encontrado grandes libros que se han convertido en mis favoritos. Un ejemplo de esto es “El Nombre del Viento” y “El Temor de un Hombre Sabio” ambos escritos por Patrick Rothfuss, novelas que forman parte de las grandes sagas con las que he podido viajar a mundos que me han enamorado con desenfreno.
Ante esto: ¿qué es lo que normalmente hago? Devorarme las páginas como si fuese el mismísimo Flash, a una velocidad inigualable, sin parar y dejando de lado otras cosas por querer saber qué sucede, diciéndome «un capítulo más» (sabiendo que en realidad… será más de uno). Es lógico, totalmente comprensible, ya que el libro te encantó y sigue manteniendo tu interés por la historia en todo momento, produciendo una especie de adicción que sólo entenderán las personas que han leído de esta particular manera.
Pero existe otro lado…
Si de cierta manera, no puedes parar de leer cientos de páginas en un corto período de tiempo… existe otra parte tuya que deja de leer ciertos libros por un periodo de tiempo, hasta que finalmente estás listo para volver a leerlos. En ocasiones, ocurre que debes dejar en pausa cierta lectura, ya sea porque el texto te sobrepasa o quizás lo que leíste es difícil de procesar, a veces incluso no tienes clara la razón, pero esa “pausa” es necesaria.
Necesitas de ese tiempo para poder procesar lo que acabas de leer, para analizar ¿Qué diablos sucede? (y evitar lanzar el libro por la ventana).
En lo personal, los libros que he dejado en reposo por semanas son por ejemplo (ALERTA DE SPOILER): “Tormenta de Espadas”. Estaba fascinado con el que creo es el mejor libro de la franquicia Martín, de hecho me estaba encantando el personaje de Oberyn Martell pero… ¿qué sucede tres capítulos más adelante? Lo matan de manera violenta e imprevista, durante una batalla de justicia, honor y venganza en la que buscaba matar al asesino y violador de su hermana. Claramente y como muchos que vieron la escena en HBO, quede en estado de Shock… Debo admitir que incluso miré los siguientes párrafos para comprobar si era verdad. En ese momento, cerré el libro, siendo incapaz de acercarme a él hasta una semana y media después (FIN SPOILER).
Otro ejemplo es cuando leí por primera vez “El Silmarillion”, la mismísima biblia del mundo medieval y de fantasía épica de Tolkien. El libro es una explosión de información a cada segundo que termina por reventar tu cerebro y te obliga a releer algunas páginas para recordar cómo era “x” personaje o incluso cuál era el nombre de éstos. Obviamente lo deje en reposo por mucho más tiempo del que debería; meses a decir verdad.
Entonces, dejar un libro en reposo o esperando; es la incapacidad para seguir leyendo aunque el libro y la historia sean realmente increíbles; es la necesidad de una parada en medio del trayecto para descansar y decir «Qué está pasando aquí».
¿Les ha pasado? ¿Han dejado un libro en reposo? Y si es así, ¿Cuál?
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