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Por una década entera Dan Slott ha sido el encargado de estructurar la historia del trepamuros en su serie principal, «The Amazing Spider-Man». Diez años de historias memorables y algunas derechamente paupérrimas que, para bien o para mal llegan, a su fin en el número #800 del arácnido, donde Slott cierra una larga etapa de guionista, pasándole la vara así a Nick Spencer -el encargado de convertir al Capitán América en un agente de Hydra-, quien tendrá la ardua tarea de sacar adelante a Spidey en el reinicio más reciente de la casa de las ideas, «Marvel Fresh Start».
Luego de que Peter hiciera un trato con Mephisto para revivir a su tía May -a cambio de hacer un borrón y cuenta nueva en su matrimonio y relación con Mary Jane- en One more day (más conocido como el «Mephistazo«), el autor tuvo que saber sacar adelante al trepamuros. Sería muy injusto catalogar su trabajo como malo, ya que ha sabido entregarnos historias que, aunque no sean del total gusto de los fans, han revitalizado en muchos momentos a Spider-Man.
En esta oportunidad revisaremos a detalle el último número del autor de grandes entregas como The Amazing Spider-Man: Big Time, Superior Spider-Man y también de desaliñadas historias como Spider-Verse y The Amazing Spider-Man: The Clone Conspiracy. Te avisamos desde ya, para poder comentarla de cabo a rabo, esta review tendrá spoilers del más reciente número de The Amazing Spider-Man.
Después del desabrido desenlace de The Clone Conspiracy, los seguidores de Spidey se tomaban con pinzas el anuncio de un nuevo villano para el esperado arco «Caer con estilo». Las fichas estaban puestas sobre el tablero, y aunque muchos sabíamos que Norman Osborn podría ser el elegido nunca imaginamos que no sería el clásico Duende Verde a quien veríamos esta vez machacar a Spider-Man, sino que una nueva versión, esta vez fusionada con el temible simbionte Carnage.
La jugada de Slott dio buenos resultados, ya que desde su aparición en The Amazing Spider-Man 797 el denominado Red Goblin creó la sensación de peligro necesaria para ser tomado en serio como una amenaza. Mezclando el sanguinario actuar de Carnage con la inteligencia de Norman Osborn, el Red Goblin (Duende Rojo), gracias al error de J. Jonah Jameson de revelar la identidad secreta de Spidey -espera ¿Cómo sabe Jameson el secreto de Peter? Te recomendamos leer Peter Parker: The Spectacular Spider-Man para no quedar colgado-, el némesis del lanza redes logró una vez más poner a Peter en jaque, amenazando con su gran poder a todos sus seres amados.
Ayudado por un arrepentido Jameson y estando entre la espada y la pared, el hombre araña pone en marcha un plan de contraataque, junto a un equipo compuesto por Miles Morales, la Antorcha Humana, Silk, Clash y Flash Thompson (el Agente Venom), lo que desencadena una historia intrépida y llena de acción que produce tensión en varios momentos, debido a las impredecibles atrocidades que puede cometer el Red Goblin en contra de Mary Jane, la tía May, la familia de Harry Osborn y los mismos aliados del trepa muros.
Luego de que Slott introduce una cuota -muy necesaria en mi opinión- de fan service al incluir a Venom (Eddie Brock), Spider-Slayer y Otto Octavius como aliados de Peter, al igual que el esperado re encuentro entre Spidey y el traje negro, todo parece ir en favor de nuestro amigable vecino. Sin embargo, una nueva e ingeniosa vuelta de tuerca pone la historia cuesta arriba para Spidey y los suyos, y así también para el lector. Se trata del arma secreta de Osborn; fragmentos de Carnage introducidos anteriormente en los aliados y seres amados de Peter, los que por orden del villano se disponen a avanzar dolorosamente por sus cuerpos hasta llegar al cerebro, produciendo así una terrible muerte.
El plan del Red Goblin es frustrado por Flash Thompson, quien sufre las consecuencias de esto teniendo una muerte bastante trágica, pero que aporta a Spidey la motivación necesaria para atacar con todo a su némesis y así poder vencerlo finalmente.
Finalmente, cuando termina la ardua batalla, Spider-Man logra separar al simbionte del Duende Verde, pero mientras se prepara para aprehenderlo aparece en escena Jameson frustrado y armado, decidido a liquidarlo. La sorpresa al voltear de página fue enorme sin embargo, ya que por muy lógico que pareciera darle muerte a Norman de una vez por todas, Peter se cruza y recibe la bala, clamando que bajo su guardia nadie muere. Esta pequeña acción es sumamente importante, ya que realza la esencia de héroe de Parker y nos recuerda porque Spider-Man es uno de los héroes más grande del mundo del cómic.
La conclusión del arco «Caer con estilo» no es perfecta, pero sí funciona como un excelente cierre para el trabajo de un autor que, luego de haber entregado todo durante los últimos diez años, ya no tiene nada más que aportar al personaje.
El arco está lejos de ser la trágica historia que nos prometieron -yo en lo personal esperaba más muertes-, pero sí cumple con la emotividad, ya que hacia las últimas páginas es imposible no emocionarse con el funeral de Flash Thompson y las sentidas palabras de Peter hacia su ex bravucón favorito, al igual que la nueva relación de este con Jameson.
Dan Slott se retira a duras penas por la puerta ancha de The Amazing Spider-Man, entregando un emotivo y entretenido final a su trabajo, que logra cerrar algunos de los grandes conflictos planteados en números anteriores del personaje, pero también dejando nuevas semillas -ojo con las páginas «después de créditos» del número- argumentales que de seguro serán explotadas por Spencer, trayendo así nuevos aires para el personaje, los que a estas alturas se hacen sumamente necesarios.
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