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Breaking Bad está definitivamente en mi Top 5 de series favoritas, incluso, me atrevo a decir que se encuentra ocupando el primer lugar, y las razones no son pocas. No por nada esta serie ha sido alabada por muchos, siendo llamada incluso «la mejor serie dramática de la historia». Y es que es perfecta de inicio a fin, jamás decae sino que, por el contrario, solo asciende tanto en trama, puesta en escena y desarrollo en sí. Una serie que ya terminó hace casi tres años, pero que ha dejado una marca que sigue haciéndose presente hasta hoy.
¿Qué es lo que hace de esta serie un imperdible?
A modo de resumen, solo les cuento algunas de las cosas que me encantan de Breaking Bad (Perdón por la extensión, pero era necesario).
- La trama: La sólida historia que da origen a la serie llama la atención desde su inicio, centrada en un talentoso pero ignorado profesor de química, Walter White (Bryan Cranston), único sustento de una esposa embarazada y un hijo con parálisis cerebral. Como si su vida ya no fuera difícil, se entera de que sufre de un cáncer terminal de pulmón que amenaza la seguridad y precaria estabilidad de su familia; por lo que decide darle un vuelco a su vida y buscar una forma de asegurar el sustento de los suyos una vez ya no cuenten con él, iniciándose en el negocio de las drogas. Y esto es solo el comienzo, de ahí la historia sólo se pone más interesante.
- La evolución de los personajes: Una de las cosas que más me gustan de esta serie es cómo los personajes cambian y evolucionan a través de las temporadas, el mismo nombre “Breaking Bad”, que se puede traducir al español como “Corrompiéndose” no se queda solo en el título, sino que se manifiesta en cada uno de los personajes, cuya vida cambia drásticamente luego de la decisión de Walter White. Si viéramos el primer capítulo y enseguida alguno de la última temporada, yo creo que la comparación sería sorprendente.
- Bryan Cranston: Wow. Qué renacimiento vivió este actor tras esta serie. Me atrevo a decir que todos conocimos a Bryan Cranston como el papá de Malcom, y «dejar de ser ese por quien todos me conocieron» es uno de los desafíos más grandes de un actor encasillado al volver a enfrentar un protagónico, pero Cranston lo logra de manera aplastante. Desarrolla un papel que sin duda le da un nuevo punta pie a su carrera actoral, y que lo muestra versátil, capaz y talentoso.
- El elenco: Si bien Walter White se lleva el premio, todos los personajes que forman parte de la serie brillan con luz propia. Sus interpretaciones no pasan desapercibidas, y crecen y cambian tanto como el personaje principal, ayudándolo a catapultarlo hasta su fase final como el gran Heisenberg, ganando tanto protagonismo como para cambiar su destino en la serie. Tanto así que incluso uno de los personajes que ha abierto camino hasta su propia serie, en el spin off “Better Call Saul”. De todos, mi favorito es Pinkman.
- La puesta en escena y detallismo: Los escenarios y el entorno son parte importante del desarrollo de cada capítulo, y los detalles son todos muy bien cuidados. Todo tiene un lugar, un por qué y un trasfondo oculto, desde el vestuario (que acompaña la evolución del personaje), balas situadas estratégicamente, mensajes ocultos en placas patentes, coordenadas secretas, y así hay millones. Un escenario tan bueno como la historia que se desarrolla.
- Duración perfecta: En cinco años y cinco temporadas en total, los creadores supieron sacarle el jugo al máximo a su idea. Sin extensiones innecesarias, sin temporadas hechas sólo para ganar dinero (porque con el éxito que tenían, claramente podrían haberlo hecho), Breaking bad es una obra maestra.
- El final (Tranquilos, no haré spoilers): Mi mayor problema con las series es siempre el final, me engancho mucho, la historia es buena, los personajes atraen, pero siempre el cierre es algo difícil y al acercarse la última temporada, y más aún el último capítulo, empieza a aparecer la decepción… los recursos creativos se agotan, el ánimo decae…no sé cuál será el problema, pero nunca puedo esperar del final algo tan bueno como lo fue la serie en sí (El mejor ejemplo es Dexter). Justo lo que no ocurrió con Breaking Bad: Esta serie tiene el mejor final que he visto en mi vida; lleno de acción, de emotividad, sin cabos sueltos (pero si ventanas a otras historias), entregándole un broche de oro a todo el trabajo realizado durante el proyecto. ¡Bravo!
- Piensa en los fans: La serie está hecha para fans y los considera en todo, tiene muchos easter eggs durante los capítulos, en los mismos nombres de estos, y está llena de misterios que están ahí para ser descubiertos por todo aquel que esté dispuesto y atento a los detalles. Incluso para mantener la ilusión de credibilidad de la historia, páginas que aparecen durante la serie como “Save Walter White” se encuentran activas en la redes.
Otra demostración de este punto es el final alternativo: como les dije arriba, Cranston es y siempre será el papá de Malcom, sin importar lo que haga, y esto es algo que fue rescatado por quienes trabajaban en la serie y utilizado en la creación de un final alternativo que saca risas y aplausos.
- Bonus track (Chile) : Como bien se dice, hay chilenos en todos lados, y me encantó sentirme parte de esta tremenda historia al escuchar a Anita Tijoux, o al escuchar a Gus, uno de los antagonistas, y saber que era un chileno migrante por la dictadura, le dan un toque especial al estar al otro lado de la pantalla.
¿Necesitan más razones? Si la han visto me encantaría saber que opinan y si no, ¡Corran ahora a darle play! Encuentran todos los capítulos en Netflix 😉
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