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Ya señoras y señores, niños y niñas, Padawans y Jedi, les traigo una nueva recomendación. La cual pueden ver en su distribuidor más cercano (Netflix). ¿Quiere saber cómo marcó Star Wars mi vida? Sigan leyendo y que la fuerza esté con ustedes.
Recuerdo que vi el Episodio IV, V y VI cuando era un niño. Crecí con frases como “yo soy tu padre” y “que la fuerza te acompañe”; con los sonidos robóticos que hacía “Arturito”; -sí, así le decía la gran mayoría de los chilenos a “R2D2”-; y con los comentarios aburridos que hacía “Citripio”; -así es como nombraban a “C3PO”-; pero si hubo algo que me hizo apreciar Star Wars, ese fue, el único e inigualable, Darth Vader.
Lo consideraba el mejor de todos los malos habidos y por haber. Era más malo que las actuaciones de la serie “BKN”, con eso se los digo todo. Pero aparte de ser malo, tenía un casco espectacular, que ya quisiera cualquiera con problemas de asma.
El personaje me marcó tanto, que decidí pedir su sable láser para Navidad. Estaba emocionado, y creía tanto en el Viejito Pascuero, que estaba más que seguro que él me lo traería. Correos de Chile recibió más de 100 cartas con mi petición, y es que había que asegurarse de que al menos una llegara a manos de mi amigo Santa Claus. Me cercioré también de que no hubiese ningún “Ayudante del Viejito Pascuero” en algún mall de la capital sin que supiera lo que había pedido ese año. Y así fue hasta que llegó la tan esperada noche.
“¡Ha llegado carta!”, decía mi hermana menor. “¿Para quién?”, contestábamos nosotros. Así hasta que llegaron a mi nombre (solo una quinceañera esperando a que salga Justin Bieber al escenario sabe lo que sentía en ese momento). Sabía que mis oraciones habían sido escuchadas y estaba ansioso por abrir ese paquete en forma de espada. Ya una vez destrozado el envoltorio, y antes de apreciar la espada láser que tanto había esperado, mi madre grita: “¡Por el poder de Grayskull!”. El Viejo Pascuero se equivocó y me regaló la espada de He-Man.
Y es que de alguna u otra manera Star Wars ha marcado nuestras vidas, seamos o no fanáticos de esta franquicia y/o su género. Tenemos memorizado las frases, los peinados extravagantes, la historia principal de esta saga, los sables láser, “La Fuerza”, etc. Reconocemos cómo habla Yoda y hasta sabemos quién es Chewbacca, incluso a los peludos les ponemos ese seudónimo. Y todo eso porque ésta saga ha marcado un antes y un después en la cultura en general.
No me considero un fanático cegado por lo que han significado estas películas para mí, es más, después de ver las películas cuando era niño, creo que muy pocas veces me las repetí. Pero sí me considero de las personas que quiere que todos vean buenas películas de culto, y Star Wars es una de ella.
Muy pocas películas perduran a través del tiempo y llegan a introducirse en nuestras mentes, es por eso que hoy, siendo el día mundial de Star Wars, yo les recomiendo ver: «Star Wars: Espidio IV, V y VI«. Y ya que está en Netflix, ¿qué mejor que pegarse la maratón completita?
¿Vale la pena ver el “viaje del héroe” de Luke Skywalker (uno de los más completos que ha habido a lo largo de la historia del cine)? Por supuesto que sí.
Que la fuerza esté con ustedes, que no les atraiga mucho el lado oscuro y que sean siempre unos conocedores de la hermosura cinematográfica que esta trilogía nos entrega. Más allá de naves espaciales, explosiones en el espacio y de criaturas extrañas y pintorescas, Star Wars, hoy más que nunca, está presente en nuestra cultura como una de las sagas más exitosas de todos los tiempos. No por nada lo sigue siendo para estas nuevas generaciones.
Star Wars ver tú debes.
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